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Anastasia pasó una de sus manos por la sien, como si eso fuera a tranquilizar el dolor de cabeza que le estaba produciendo esa conversación. Y eso que ella no tenía nada en contra de la humana, no quería ni imaginar lo irritada que estaba Rosalie. Por un momento comprendió la frustración de la menor.
―Dios, realmente eres el peor. ¿Cómo te pudiste delatar tanto? ―murmuró agobiada.
Llevaba días haciendo la misma pregunta y pensando en el tema.
Bella se había enterado de todo, para sorpresa de absolutamente nadie. Alice juraba que así tenían que suceder y que la chica terminaría siendo uno de ellos mientras que Edward se negaba a que eso sucediera. A Ana solo le preocupaba las terribles consecuencias que esto traía si los Volturi se enteraban.
No quería mentirles a sus amigos, pero tampoco quería que su familia terminara mal.
Era absurdo, de verdad.
―¡¿Cómo que Bella no vendrá?! ―no hacía falta decir que Alice era la más histeria por la noticia, al igual que todos estaba ignorando las constantes queja de su tía.
Claramente Jasper, que estaba sentado a su lado, trataba de apaciguar las emociones de su esposa, sin mucho éxito. Su tía le dio una palmada de consuelo en el hombro.
―Ya te lo explique, Alice ―dijo Edward con cierto agotamiento. ―Su padre no le dio permiso. Cree que es demasiado pronto para que nos conozca.
Ana sonrió discretamente, sin duda eso era muy Charlie.
―Prácticamente nos conoce a casi todo ―comentó Emmett con burla.
―¿Intentaste hablar con Charlie? ―preguntó Esme, aun triste por la idea de no poder cocinar.
―Por supuesto, y la repuesta sigue siendo la misma.
No le sorprendía, Swan era un poco demasiado anticuado. Si él no conocía apropiadamente a la familia, no iba a dejar que su hija lo hiciera. Por más que ella sabía que ellos le agradaban, no creía que él pudiera evitar una cierta sospecha por los rumores que rondaban de su familia.
Quizá solo había una forma que Charlie aceptara tal cosa.
―Tal vez también deberías invitarlo ―pensó en voz alta. Sin darse cuenta de la "tontería" de sus palabras.
La forma en la que todos la vieron con curiosidad, exceptuando a Jasper que la mirada con una pequeña sonrisa burlona, agradecía estar protegiendo los pensamientos de su sobrino porque sino Edward ya se habría enterado de todo, y Rosalie que tenía una expresión de agonía e indignación, hizo que ella sonriera con nervios.
