Mío; Mí juguete

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(Narra Víctor)

Mayormente en estos juegos BDSM no me gusta arrastrar a personas vainilla, ya que estos nunca son tan divertidos, pero por está vez hice algo que muy poco quise intentar, la invité a ella a este mundo y, no es tan malo como pensé.

Tengo tantos juegos en mente que quiero hacerle y para mi suerte  ella no es tan inocente como creí, hay algo que me está escondiendo, pero eso es lo de menos, en algún momento lo descubriré, después de todo, siempre descubro la debilidad de otros.

Nuestra compatibilidad en la cama es increíble y es aún mejor con esa actitud rebelde que quiere dar a mostrar, si muevo las piezas correctas dentro de muy poco tiempo la tendré a mi merced.

- Disculpe mi intromisión, señor Dorlam. Pero ya llegó el chico a quien debe entrevistar - Me informó  Jackson, que inoportuno.

- Muy bien, hazlo pasar - indiqué sin ánimo.

Solo fue cuestión de unos pocos minutos cuando ya se encontraban tocando la puerta, ordené la intromisión y allí estaba el chiquillo que ahora trabajaría para mi empresa. Rayos, todo lo que hago por un simple e insignificante socio, solo espero que no me dé ningún problema, al igual que su padre.

El chico se veía sin ningún interés en esto y transmitía altanería de la cabeza a los pies, justo como a los que no soporto.

- Buen día, seré breve ya que tanto a ti como a mi no nos interesa esto por lo que veo - detuve el silencio que nos consumía y me levanté de mi haciento, abrochando los botones de mi saco me acerqué a donde él se encontraba - Te haremos varias pruebas para saber que tan capacitado estás y en que área deberíamos colocarte, solo te diré una cosa...

-...Samuel Smith - respondió cuando enanismo mi silencio, que lento.

- Samuel, trata lo menos posible de estorbar y cometer errores, eso es algo que no tolero. - sentencié, pero no se inmutó.

Vaya, veo que tiene bastantes agallas.

- No se preocupe, ya mi padre me informó y créame que con eso no tendrá problemas, se lo que hago - y su ego está por lo cielos, que nefasto.

- Bien, puedes retirarte - le ordené de inmediato pero no le dejaría ganar esta pequeña "conversación".

- Oh, por cierto - agregué antes de que saliera y obtuve su atención. - las personas con un comportamiento tan inapropiado no duran mucho aquí, no me gustaría informarle a tu padre que su hijo fue echado en tan solo un par de días - sonreí con fingida gentileza.

- ¿Acaso me está amenazando? - preguntó incrédulo.

- En absoluto, tomalo como un pequeño consejo de tu superior. Ambos sabemos que no quieres decepcionar a tu padre, Samuel. - pude notar que tensó su mandíbula y sus nudillos se pusieron pálidos por la fuerza que ejerció al apretarlos y se retiro, que chistoso.

Todas las personas tienen más de un secreto y es divertido ver que en su mayoría los confian en la persona equivocado, en mí. Gracias a eso aprendo a manipular a los demás a mi antojo, ya sea en lo laboral o en la cama, solo con halar una que otra vez sobre las cuerdas apropiadas, ya los tengo comiendo de mi mano.

Solo hay una persona que se resiste.

Pero eso no durará mucho.

(Narrador omnisciente)

Prosiguió con sus tareas laborales: firmar papeles, ir y venir de juntas para beneficio de otras empresas y de la misma, también manteniendo a cierta castaña en su mente que por alguna extraña razón no quería dejar de entrometerse en sus pensamiento.

Sumisión Consensuada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora