Sueños

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(Narrador Omnisciente)

La chica yacía en aquella habitación, tendida en la cama con todo su cuerpo dolorido y adormecido. Mirando un punto fijo por una gran ventana que estaba semi abierta, pensando en todo lo que había pasado esa noche, maldecía el echo de que sus amigas la habían hecho ir casi en contra de su voluntad a aquel club, a demás de que la dejaron a la deriva y conoció a ese hombre, ese estupido hombre, del cual había sido incapaz de recordar su rostro y mucho menos sabía su nombre.

Resulta para la sorpresa de la castaña, que al despertarse aquel hombre ya no estaba por ningún lado de aquella habitación. Como pudo y con las pocas fuerzas que le quedaban, envolvió su enrojecido cuerpo desnudo en las blanquecinas sábanas de la cama, encontrando en una mesita de noche una nota que decía:

"Espero volvernos a encontrar.
Att:VD

Pdt: Te compré algo de ropa, la tuya era un horror."

Aquella chica arrugó con tanta rabia aquella nota, y rápidamente se metió a la ducha para tratar de borrar toda aquella suciedad que aquel hombre había echo de ella.

Al reflectar su cuerpo en el espejo del baño, pudo notar todo su cuerpo marcado por aquel pelinegro. Aún eran notorias las marcas de la soga en sus muñecas, las mordidas que esté había echo en su cuello y muslos, y sin mencionar el dolor que sentía su espalda por los azotes que le había propinado al principio, a la vez su garganta, pechos y entrepierna eran insoportablemente dolorosas.

Vistió su cuerpo cuidadosamente, con la ropa que aquel hombre le había dado, ya que por más que busco la suya no la pudo encontrar, solo encontró junto a aquella anterior nota, su cartera y su celular este estaba totalmente sin batería, agradecia a dios de que por lo menos no le había robado nada, bueno a parte de su pobre dignidad.

Salio disparada de aquel hotel, que por lo que noto era un poco/muy costoso incluso a simple vista, tomando un taxi rápidamente.

🍒🍒

La chica luego de llegar a su apartamento, abrió lentamente las puerta del mismo y se dirigió a su habitación, recostandose en su pequeña pero cómoda cama. Aquel departamento era algo pequeño, pero suficiente para una sola persona, perfecto para la castaña; constaba de dos habitaciones, un baño, una espaciosa sala y al lado derecho de esta se encontraba la cocina.

La joven con ojos algo enrojecidos se dirigió a un enchufe cerca de su cama y colocó su teléfono a cargar, y se tiró sin ánimo nuevamente en su cama. Miró hacia la ventana que estaba al lado de ésta, pensando lo mal que la vida la trataba desde su niñez y ahora haciéndola pasar por algo como esto la noche anterior.

La chica creía que cosas como estas solo pasaban en las novelas que se pasaba leyendo, que encuentros de una noche y tratos como aquellos solo eran pura ficción que jamás en su vida podría experimentar, era consciente de lo mal que aquel hombre la trató, al igual del miedo que sintió en ese preciso momento, pero también era muy consciente de lo excitante que aquel lobo disfrazado de oveja la había echo sentir.

- No puedo recordar su nombre ni rostro por tanto que tomé anoche. Joder, en serio voy a matar a Sabrina y a Ana. Solo me dispuse a ir, por lo insistentes que habían sido, a demás de que quería tratar de olvidarme por un momento de ese imbecil de Sam.... Y aquí estoy recordando otra vez de ese amargo recuerdo, es mejor que trate de olvidar todo aquello, tanto del primer como segundo imbecil, ya que del primero no quiero saber nada pero ni en pintura y del segundo no se absolutamente nada, solo que las iniciales de su nombre son al parecer "VD"... mejor duermo un poco y luego termino de hacer los informes que tengo pendientes para el lunes, menos mal que es sábado, y luego tal vez llame a las chicas. - pensó.

Sumisión Consensuada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora