Sumisión Consensuada

Impulsos

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- Despierta... - Ana le dio una pequeña palmada en la mejilla - Oye Elizabeth, reacciona. - y aún al repetir la acción un poco más fuerte, no ocurrió nada.

- Estará bien? - preguntó Sabrina un tanto preocupada. - Creo que se le pasaron las copas.

- Sabes que no es resistente con el alcohol. Le prometimos que la íbamos a cuidar si estaba en problemas y eso fue lo menos que hicimos - recordó Mark con un deje de culpa.

- No se preocupen por eso, lo importante es que no pasó a mayores - se acercó Víctor lentamente a los amigos de la castaña.

- Muchas gracias, Víctor. Fuiste capaz de hacer lo que nosotros no hicimos - agradeció Mark. Sabrina lo miraba con un poco de duda y Ana lo miraba con algo de recelo.

- Ya - asintió y se acercó a Ana, quien estaba centada en uno de los muebles de aquel club abrazando el cuerpo inconsciente de Elizabeth.

- ¿Qué crees que haces? - se interpuso la pelirroja, deteniendo el paso hacía Elizabeth.

- La llevaré conmigo, no veo cuál sea el problema - le restó importancia al comportamiento de la chica y la evadio para seguir su paso, pero Sabrina lo detuvo con tan sólo unas simples palabras.

- ¿Qué clase de relación tienes con Elizabeth?

Esas palabras lo dejaron estupefacto ¿qué eran? No podía decirle a ninguno que su relación se basaba en Amo-Sumisa, pero no era solo eso, él lo sabía muy bien.

- Solo soy su modelo, nada más - siguió su camino y tomó a Elizabeth estre sus brazos.

- Claro... - Sabrina lo miró con burla - No creas que no nos ha contado sobre ti, no veo el propósito de que alguien tan importante como tú aceptara de la noche a la mañana ser su modelo solo porque si. - se acercó al mayor y mantuvo una distancia casi nula. - No dejaré que otra maldita persona se vuelva a burlar de ella. - Víctor solo pudo pensar en que aquella chica era, o muy valiente o muy estúpida como para dar ese tipo de amenazas hacia su persona.

- Sabrina, ya detente. - Interrumpió Mark al notar que la mirada de aquel hombre se ensombrecio.

- No, de seguro se arrepentirá después - miró con un rostro acusatorio a Víctor. - Sé muy bien cómo son las personas como este, nunca hay que esperar nada bueno de ellos.

- Eso no nos incumbe - fue Ana quien la detuvo antes de que dijera algo de lo que se fuese a arrepentir - Es Elizabeth quien debe decidir eso.

En eso Sabrina miró algo molesta a Ana - Muy bien, pero cuando vengan a mí porque tenía razón los mandaré a la mierda - y luego se marchó a la barra de tragos, si nadie quería escucharla estonces no se metería más en ello, ahogaria sus penas en el alcohol y sexo, como siempre lo hacía.

- Lo siento por eso - Ana cortó el silencio que se había formado con una disculpa - Es mejor que lleves a Elizabeth a casa, te lo agradecería mucho.

La pelinegra mentiría si dijera que no tenía dudas de aquel hombre, pero eso era algo que no le incumbe, no hasta que su amiga decidiera contarle sobre el tema.

- No hay problema, gracias a ti por decirme dónde estaban - el azabache le sonrío lo más gentil que se le hizo posible. - Sigan disfrutando.