6: 35 a.mEra la hora exacta del reloj que se encontraba en la mesa junto a su cama, faltaban solo unos cuantos minutos para que iniciara nuevamente su rutina, levantarse, prepararse para ir a la universidad y volver nuevamente a su hogar, ya que hoy no tenia turno en el restaurante.
¿Qué si había dormido algo? Por supuesto que no lo hizo.
Se dispuso a pensar toda la noche en lo que había sucedido horas atrás con el magnate y por más que estudió cada uno de los sucesos pasados, las actitudes que había tenido Víctor con ella, todo lo que él le había explicado y sobre ella cediendo el control y mostrándose débil ante otro, cosa que se había prometido que no sucedería más; estaba confundida, demasiado para su gusto.
En algún punto de la madrugada había llegado a una desesperada conclusión, estaba jodida. Cuando le encargaron aquel proyecto para finales del último semestre aún faltaban 3 meses, de los cuales ya habían transcurrido la mitad de este. Su plan principal era terminar lo antes posible las fotografías que tomaría de Víctor, pensó que las terminaría en 4 o 5 sesiones, pero solo llevaba una sesión realizada. O sea, aún seguía en el inicio de la meta, debía ser rápida, de esto dependía su futuro y notas admirables, el problema es que gracias a cierto hombre sus planes se estaban atrasando y, estaba mostrando aún más interés por cosas que no debía.
Sí, definitivamente estaba muy, muy jodida.
Prontamente su alarma resonó en toda la habitación, un claro inicio de que debía dejar todos esos problemas de lado y mostrar preocupación por los que habían ya en la universidad.
Al poner un pié en su destino las miradas no tardaron en llegar, aunque algunas más disimuladas que otras, y menos miradas que hace unos cuantos meses atrás. Si no fuera por esas miradas y cuchicheos todo sería perfecto, extrañaba la soledad que le brindaba antes ser casi invisible para la mayoría, antes del suceso.
La verdad hoy no andaba de ánimos en general.
Entró al salón que le correspondía su primera clase, artes liberales, justamente donde se encontraban Cristal y el profesor que había visto junto a ella en aquel centro comercial.
🍒🍒
Su estómago gruñó en protesta, no había desayunado nada al salir de su casa, porque según ella compraría algo en la cafetería.
- Todo esto es una mierda - suspiró frustrada sentándose en una de las bancas más desoladas del campus, le dio un último sorbo a su malteada de chocolate casi vacía y aún así seguía con hambre.
Tuvo que tolerar dos malditas horas de esa clase, en las que el profesor sólo se dispuso a dar miradas extrañas y palabras con doble sentido a la rubia oxigenada y esta tampoco se quedaba atrás con sus gestos y enredando su cabello con su dedo, un descarado y aniñado gesto de coqueteo.
Claro que, solo ella se dio cuenta de todo esto, para el resto de seguro fueron simples tratos que tuvo el profesor con su alumna preferida por ser la sobrina del director, que bill mentira. Pero a todo esto aún se preguntaba el por qué de eso, era Cristal, la sobrina del director y podía chantajear solo con esas simples palabras a los otros profesores.
Luego, en la cafetería, tuvo que hacer fila durante más de media hora porque las personas se dispusieron en andar inseguras hoy, "una rebanada de pastel de melocotón y arándanos... No ¿sabe qué?, mejor traiga una hamburguesa y una soda.... ¿o sería mejor un braunny?" Y así siguieron 5 personas más, hasta que por fin tocó su turno de ordenar.
- Sin duda, mi vida está rodea de puros raros - incluyéndose un poco, claro está.
- Auch, eso dolió un poco. Pero no creo serlo más que la chica que ha estado mirando y murmurando cosas por más de diez minutos a su malteada vacía.
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Sumisión Consensuada
Fantasy- Me alegra que haya despertado - alegó una voz grave en aquella habitación. Aquella voz se le hacía conocida, pero era incapaz de recordar a quién le pertenecía. En ese instante sintió como su cabellera era tomada bruscamente, haciendo que nuevame...