La fiesta

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Sin duda asistir a la boda de la hija del famoso Mr. Satán fue un extraordinario privilegio. El banquete se sirvió abundante y delicioso, pues la familia e invitados del novio tenían fama de poseer un gran apetito.

Las montañas de comida y bebida pintaban una singular felicidad en los invitados, incluyendo al amargado de Vegeta, le fastidiaba asistir a esos estúpidos eventos terrícolas pero sin duda no se perdería tal festín, además tenía que recuperar las energía perdidas en el encuentro furtivo con su esposa. Intentó disimular la sonrisa que se marcaba en sus labios al recordar las embestidas salvajes y los gemidos de su escandalosa mujer, en un principio de su relación eso le incomodaba pero con el paso del tiempo era música para sus oídos escucharla gemir.

-¿En qué piensas Vegeta? –le interrumpió el pensamiento Gokú.

-Cof, cof –el príncipe se atragantó y giró su cara hacia otra parte buscando evitar que Kakaroto notara el sonrojo.

-¿Todo bien?, ¿estás pensando en la posibilidad de un nuevo enemigo? –se emocionó Gokú.

-Imbécil –alcanzó a responder un Vegeta más controlado –Suficiente tuve con venir a la boda de tu engendro, así que no me des un pretexto para huir de aquí.

-Calma, calma Vegeta, ¡no te azotes! –expresó Gokú Alivianado.

-¿No te azotes? –El príncipe levantó las cejas intentando comprender la expresión.

-Es una expresión para dar a entender que te relajes –los interrumpió Krilin.

-Estúpido lenguaje humano –torció los ojos Vegeta y prosiguió a revisar qué más podía comer.

-Vegeta, parece que hablar de bodas te pone nervioso -expresó Krilin en voz alta.

-¡Cállate insecto! – se irritó Vegeta.

-Tal vez es envidia porque no recuerda su boda -bromeó Gokú.

-¡Ni quien desee recordar semejante evento! -trató de parecer indiferente.

-¿Enserio no recuerdas tu boda? -preguntó el guerrero calvo, con cara de intriga.

-¿Recuerdas la bebida del maetsro Karym?, pues adivina qué pareja decidió beberla y ¡salir corriendo a casarse! -comentó Gokú al tiempo que codeaba con picardía el hombro de Vegeta.

-¡Kakaroto! -gritó Vegeta mientras sus ojos se comían vivo al guerrero.

-Así que por eso se casaron -se sorprendió Krilin -ya decía por qué Bulma jamás nos invitó a su boda -reflexionó -¿cómo se lo propusiste?

Vegeta intentó pasar de largo la pregunta, como era su costumbre ignorar maratónicamente la duda del insecto calvo, pero Gokú en su "inocencia" parecía disfrutar sacar a flote el tema de su inesperada boda terrícola.

-Despúes de beber ellos -comenzó la narración Gokú ....

------------------Flashback-------------

-Gracias Gokú, ese holgazan de Yajirobe no sirve como ayuda -agradecía el gatito blanco.

-Alto -susurró Gokú al notar la proximidad entre Bulma y Vegeta.

-¿Qué sucede? -El maestro Karym siguió el juego de hablar en un susurro -¡no lo debieron beber eso!

-Calma, necesito que ambos estén juntos y parece que esa bebida lo está logrando -confesó el saiyajin.

Ambos permanecieron ocultos contemplando a la pareja.

-¿Sabes lo que es tener un hermoso?, ¡¿qué digo hermoso, extraordinario vestido?! -preguntaba Bulma al príncipe -y que a final de cuentas solamente sea un desperdicio de inversión -contenía las lágrimas.

Quiero robarme a la noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora