El padre de la novia

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Avanzó a paso decidido, pasó meses entrenando con Bills y Whiss como para que a su regreso fuera maratónicamente ignorado por su esposa (otra vez) por culpa de un maldito ritual terrícola, no podían simplemente hacer un asado en el jardín de la casa y ¡listo!, sin tanto estrés, sin tanto drama.

En el camino hacía ejercicios de respiración para controlarse, regular el temperamento era más sencillo que apaciguar su libido, una abstinencia sexual acarreada por un entrenamiento lejos de su esposa.

Con su fuerza sobre humana abrió la puerta de un golpe, a lo que Bulma pegó un brinco sin soltar el teléfono con el que se comunicaba para confirmar algunos detalles del banquete.

-¡Óyeme animal! -la escuchó gritar

-Lo siento, procuraré ser más atento a sus indicaciones -se excusaba la voz del otro lado del teléfono.

-No, no usted no -se disculpaba la científica mirando con enojo a su esposo -mejor mañana continuamos revisando los detalles del menú, sucedió algo que me impide concentrarme.

-Por supuesto, espero su llamada -se despidió la voz.

Una vez colgada la llamada, Bulma cerró con suavidad la agenda para luego proceder a acomodar un bolígrafo y ordenar una serie de catálogos.

-¡Me estás ignorando! -se molestó Vegeta.

La científica no contestó, se limitó a persistir fingiendo que nadie se encontraba por los alrededores. Inclusive se atrevió a tararear una canción en señal de mantener la calma.

-¿Se puede saber por qué demonios me ignoras?, ¿qué hice? -se acercó el Saiyajin para sostenerla, para mirarla a los ojos.

-¡Eso precisamente! -buscó apartarlo -no haces nada, nunca haces nada. Es importante que ayudes con todos los preparativos de la boda y en la primera oportunidad te largas por meses.

-¿Me viste cara de organizador de bodas? -se ofendió Vegeta.

-No, pero es un día importante -objetó Bulma.

-No quiero saber nada de ese maldito día -confesó Vegeta.

-Oh por Kami -Bulma llevó su mano para cubrirse la boca en señal de sorpresa -estás huyendo de la realidad, ahora lo entiendo todo.

-¿Qué vas entender? -torció los ojos y luego como siempre, intentó parecer indiferente -Malditos rituales terrícolas.

Vaya que maldecía ese ritual, más ahora que había implicada una persona especial para él. Cuando le anunciaron la situación deseó asesinar a una persona, es más seguía planeándose la posibilidad de exterminar aquella escoria que lo traicionó.

-------------------Flashback-----------------------------------

Veía a sus padres tan entusiasmados con el regreso de su hermana, no era para menos desde que se anunció que una pequeña niña venía en camino para integrarse a la familia Briefs, todos la señalaron como la consentida de la familia. Esa consentida que ahora era toda una señorita aventurera, que heredó como su madre el gustó por recorrer nuevas tierras y explorar otros horizontes.

Jacco el buen amigo de la familia que trabajaba en la Patrulla Galáctica le ofreció a Bra la posibilidad de realizar misiones de rescate, lo cual era pan comido, ya que la sangre sayajin corría por las venas de la joven y hermosa mujer.

Sobra decir que el aterrizaje de su hermana, sus progenitores la llenaron de halagos, por su puesto Vegeta le hizo cumplidos a su manera. Él como hermano mayor también emitió comentarios que le originaron un par de golpecitos de Bra.

Quiero robarme a la noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora