Capítulo 12La noche transcurrió entre besos, caricias y una conversación en la que nos contamos diferentes cosas, pero a pesar de que al otro día Amelia tenia libre, habíamos quedado toda la familia realizar un día de picnic con Carol, ya que regresaríamos a Madrid en la tarde. Lo que nos llevaba a tener una conversación muy importante antes de despedirnos.
-Luisita, tu padres me comentaron que van a regresar el próximo fin de semana para ver a Carol. Esta semana quede con la psicóloga para buscar la manera correcta de contarle la verdad sobre ustedes - me explicó, nos encontrábamos frente al portal de la casa de Amelia.
-Sé que mis padres están locos de que Carol se entere que ellos son sus abuelos, pero es importante que se lo digamos en el ritmo correcto para ella- ella afirmo con su cabeza, pero sabía que también quería saber si volvería el próximo fin de semana - Sobre volver, tengo que verificar con mi jefe, me he tomado casi dos semanas y tengo que reponerles horas - le explique con tristeza, no sabía cuando podía volver a verlas.
-Entiendo - bajo la mirada al suelo - No te voy a negar que me gustaría seguir viéndote, pero entiendo que debes regresar al trabajo- yo la agarre por la cintura para acercarla a mi.
-Yo también quisiera quedarme - le di un beso corto en los labios - puedes llamarme cuando quieras- volví a besarla.
-Tú también- ella me agarró la cara entres sus manos y me susurró - me gusta como me besas - esta vez fue ella la que me beso, pero lo hizo despacio, yo me aferré a ella un poco más, no quería soltarla - Aunque no quiera - respiro profundo- me tengo que ir - dijo dándome un beso para comenzar a caminar hacia atrás con una sonrisa.
-Amelia - me acerque a ella nuevamente ella se rió cuando le tomé la mano para envolverla en mis brazos - Buenas noches - susurré en su oido, ella jadeo en mi cuello.
-Luisita- por el tono de voz en el que menciono mi nombre supe que al igual que yo no quería alejarse, pero era lo más maduro en ese momento - Buenas noches - me dio un beso en la mejilla y luego en los labios. No deje de mirarla hasta que entró en el ascensor y se despidió de mí con la mano.
—
Entre a la habitación con una sonrisa, la misma que se había quedado desde que me despedí de Amelia, estaba feliz y no podía ocultarlo.
-Por esa cara veo que todo salió bien- grité al escuchar a mi hermana, no sabía de dónde me hablaba, pero desde luego estaba en mi habitación.
-Joder María ¿dónde estas? - buscándola con la mirada.
-Aquí- dijo riendo prendiendo una lampara que estaba a su lado, ella estaba sentada en sillón que se encontraba en una esquina.
-¡Qué susto! - le comenté sentándome en la cama - ¿Qué haces aquí?- aunque me lo podía imaginar.
-Sabes muy bien que hago aquí- levantándose para sentarse a mi lado.
-¡Ay María! - suspire profundo tapándome la cara con mis manos
-¿Ese suspiro es algo bueno o malo?- preguntó extrañada.
Me quité las manos de la cara para mirarla- Me gusta mucho... Bueno la realidad es que me encanta- mordiéndome el labio, Ella sonrió por mi confesión.
-Cariño, eso lo noté enseguida- María me conocía muy bien y siempre se daba cuenta de todo lo que me ocurría sin necesidad de verbalizarlo.
-No te hablo de físicamente María, te hablo de toda ella... Me encanta escucharla hablar de Carolina, como disfruta de su trabajo, de como brillan sus ojos cuando sonríe, de como se toca el cabello cuando esta nerviosa, de como me besa...- me sonroje de recordar su besos.
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Atrévete
RomanceAtrévete Sapere Aude ad Carpe Diem 1. Atrévete a ser sabio para aprovechar el día. Cambiar el rumbo de tu vida de la noche a la mañana no era fácil y para prueba estaba Amelia Ledesma, productora, actriz y madre de una niña hermosa e inteligen...