Capitulo 1
La luz del sol entró a mi cuarto para iluminar poco a poco mi rostro, esa sensación era la mejor para despertar, pero ese día no era un domingo normal, había futbol y así lo confirmaba el ruido de fuera que desde hace media hora no me dejaba descansar.
- ¡Mamá!, ¡Mamá despierta!- gritó entrando como un torbellino a mi cuarto mientras yo intentaba regresar a los brazos de Morfeo - Mamá, sé que estas despierta...Vamos que lo prometiste- jalando uno de mis brazos.
- Carolina todavía queda mucho tiempo - buscando esconder mi cabeza debajo de las sabanas - Regresa a dormir, anda- la sentí subirse a la cama para acomodarse de rodillas a mi lado.
-Pero ¿y si llegamos tarde? - dijo con un tono triste y brincando sobre la cama.
Me senté en la cama para verla mejor- Amor, el partido comienza a la 12 y son las...- mire la hora en mi celular - son las 9 de la mañana. Además, vivimos frente al estadio - en su cara rápido se reflejo esa sonrisa pícara.
- ¡Vale! creo que tenemos tiempo, pero es que también tengo mucha hambre y muchas ganas de Croissants de Le Petit- no pude evitar sonreír al escucharla, aveces pienso que mi hija sabe que ojitos poner para convencerme.
-¡Vale! ...¡Vale! pero tiene que estar lista en 30 minutos- dije resignada, aunque también me moría por comer los mejores Croissants de Zaragoza.
-¡Siiiii!- celebro corriendo hacia su cuarto para alistarse, mientras aproveche para enviar un mensaje de voz a mi mejor amiga.
-Marina vamos a ir a Le Petit por si te quieres unir...salimos en 30-
Me acerque a la ventana y pude ver el movimiento de los alrededores, muchos ya se encontraban el bares calentando motores para el partido, vivir frente al estadio la Romareda tenia su pro y sus contra, pero había heredado ese apartamento hace 5 años y me encantaba la luz que brindaba por la mañana.
Mi celular sonó, pude ver que era Marina aceptando la invitación.
En exactamente 40 minutos ya íbamos llegando en Uber a la panadería.
-Madrinaaaa- al parecer hoy el día era de dar gritos.
-Mi princesa - tomandola en brazos - ¿esta lista para el partido? -
-Sí, pero Mami no quiere comprarme una camisa - dijo escondiéndose en su cuello.
-Amelia, ¿es enserio?- preguntó con tono serio y acusatorio.
-No voy a volver a explicarte que soy del Atleti y mi hija no va llegar a mi casa con la camisa de otro equipo- aseguré - Mesa para tres - pedí al anfitrión del restaurante que miraba indignado por la escena.
-Mesa para cuatro - me corrigió Marina - Invite Hugo - susurró pidiéndome disculpa con la mirada.
-Marina - le reprendí.
-Me llamó para preguntarme a qué hora nos veíamos para entrar al partido y se me salió que íbamos a comer aquí, ya luego no tuve cara para no invitarlo, cuando gracias a el vamos al partido - rodé mis ojos demostrando mi molestia.
-Mesa para cuatro - le confirmé al chico que llevaba esperando rato por nosotros.
- Por aquí, ¡Por favor! - el chico nos indico el camino a la mesa.
Luego de pedir 2 café, 1 jugo de china y una Cesta de Desayuno para todos, le coloque los audífonos a Carol para que viera su programa infantil favorito en el celular y así poder retomar un tema importante con Marina.
-Deberías haberme preguntado antes de invitarlo - le reclamé.
-Amelia, cualquiera diría que no es tu amigo- tratando de quitarle importancia.
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Atrévete
RomanceAtrévete Sapere Aude ad Carpe Diem 1. Atrévete a ser sabio para aprovechar el día. Cambiar el rumbo de tu vida de la noche a la mañana no era fácil y para prueba estaba Amelia Ledesma, productora, actriz y madre de una niña hermosa e inteligen...