¿Cómo conquistar a una lectora? ©✓ (BILOGÍA LECTORES I)

16. La sexy diosa griega

Lauren.

Calor. Hacía mucho calor.

Sudores. Sudor por mi frente, mi cuello y entre mis pechos.

Demasiado, no en serio ¡estaba que me desmayaba! ¿Por qué mierda el aire acondicionado no estaba encendido?

Me quité a Travis de encima y encendí el aire. Agradecí el frescor, y cuando me iré para contemplarlo lo encontré mirándome desde la cama junto a Apolo con expresión divertida.

Sonreí para mis adentros y cuando me sentí mejor con mi temperatura desajusté la chaqueta de mi cintura y la dejé caer al piso, Travis sonrió ante mi acción y me subí a horcajadas sobre él, pero la cama no era muy grande y Apolo se movió mirando hacia nosotros y terminó con un brazo encima de Travis.

Me separé de sus labios y reprimí una carcajada, él observó con gesto desconcertado el brazo de Apolo y trató de quitarlo pero éste se quejó y, posteriormente, hundió la cara en su cuello. No pude controlarme, y solté un risa, me cubrí la boca para no ser tan escandalosa, y para no despertar a Apolo.

—No le veo la gracia —replicó tratando de quitarse al rubio de encima.

—Resulta muy gracioso y sexy verte con un chico —dije admirándolo desde mi altura—. Lo siento pero tengo que captar este momento.

Saqué mi teléfono del bolsillo trasero de mi pantalón, y antes de que se opusiera les tiré una foto.

—Awww mis chicos Hidalgo. —Me lancé sobre ellos y les plasmé un beso en la frente a ambos.

—Lau, creo que este chico…

—Se llama Lolo, —corregí en un puchero acariciando la melena rubia de mi amigo— y esto me recuerda tanto a la escena del capítulo: el sexy dios griego en A través de mi ventana.

—Cuando te dije que quería recrear una escena de A través de mi ventana no me refería a esta escena —murmuró removiéndose debajo de mí. Pues mal para él, porque esa escena me estaba fascinando.

Le di un pequeño beso en la comisura de los labios, y luego en su mandíbula, lentamente fui bajando desde su cuello hasta su clavícula, dejé un camino de besos que tanto a él como a mí nos encendió pero justo cuando bajé la cabeza hasta el cinturón del pantalón de Travis sentí un fuerte rodillazo en la sien que me hizo perder el equilibrio, y provocó que me diera de bruces contra el suelo.

—¡Aghh! —me quejé mirando la pierna de Apolo sobre Travis—. Ya veo que esto no es como Ariana lo describió.

Eso no era recreación, era una parodia. Expectativa versus realidad.

Él trató de quitarse al rubio de encima pero no pudo, Apolo reforzó su agarre y ahora tenía a Travis como un oso de peluche. Me acerqué hasta Travis, y deposité un pequeño beso en sus labios.