¿Cómo conquistar a una lectora? ©✓ (BILOGÍA LECTORES I)

19. Escucha mi voz

Lauren.

Debo admitir que en ocasiones me sentía mal, sentía que cometer las acciones que hacía no era lo correcto y que tomar la decisión de seguir con Travis o alejarme de él era muy difícil. Era mi desesperada decisión. Era mala tomando decisiones y era aún peor para aceptar la decisión que tomé. Si me pusieran a elegir chocolate o fresa eligiría ambos, una extraña pero deliciosa combinación. No sabía si Travis era bueno para mi... O no, miento, no sabía si yo era buena para Travis, él me había demostrado que era un buen chico pero yo no le demostré nunca si era buena, siempre le di a entender lo contrario.

Aunque, la única vez que no fue un buen chico fue el día de la fiesta y eso me hizo cuestionarme: ¿siempre será así cuando estemos con otras personas?

No lo sabía.

Tal vez debería, sólo tal vez, tomar el riesgo. Necesitaba tener una aventura, aunque era posible que esa aventura me costara mucho, y no hablaba de dinero, hablaba de mis sentimientos. Era una lectora. Mis expectativas eran muy altas en un chico y hacía un gran esfuerzo por disfrazar mis sentimientos.

Después de nuestro encuentro en medio de la calle y nuestra extraña, pero conflictiva reconciliación terminé con la respiración acelerada y con el corazón en la boca, el asunto es que no sabía si mi corazón latía desbocado por el esfuerzo o por tenerlo tan cerca.

Sus mejillas arreboladas estaban teñidas de carmín, su respiración era un desastre y por el subir y bajar de su pecho me di cuenta que, al igual que yo, no había pasado la acción de hace un momento, al bajar la vista hacia su boca vi que estaba entreabierta y sus labios estaban rojos, húmedos y un poco hinchados.

Inevitablemente se me escapó una carcajada y después de eso no pude parar de reír, ni siquiera sabía por qué me estaba riendo pero es que todo eso era tan, pero tan irreal que a veces sentía que se trataba de un sueño.

-¿Qué es tan gracioso? -gruñó contra mientras se alejaba y tomaba distancia.

-No lo sé -dije entre risas sujetándome a sus hombros para que no se apartará tanto.

-Lauren. -Su tono era serio y traté de recomponerme pero no podía evitarlo. Me entró la risa.

-Ay dios... Ay dios.

Eché la cabeza hacia atrás y solté una fuerte risa. No sé cuánto tiempo estuve así pero cuando fui consciente de que estaba haciendo mis ruiditos de puerquito me detuve y lo miré mientras me limpiaba una lágrima.

-Esto es una locura -murmuré sin aliento. Frunció el ceño y detecté cierto destello en sus ojos que no logré identificar pero que me hizo sonreír-. James, creo que estamos locos.

Finalmente sonrió y quitó un mechón de cabello que se escapó de mi coleta.

-Ardillita... -Suspiró- de eso no hay duda.

Ambos esbozamos una amplia sonrisa y, tímidamente, me robo un inocente beso. Me tomó de la mano y me llevó hacia su auto mientras yo no perdía la boba sonrisa de oreja a oreja que se había instalado en mi rostro.

Una vez dentro, me acomodé sobre el asiento del copiloto y me abroché el cinturón.

<< Menuda bipolaridad >>.