5. Cosas inesperadas

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Al día siguiente ya casi en la noche, Lu se encontraba en su casa, o la que era su casa, esperaba que pese a todo, su padre la dejará quedarse con él.

Entonces ella entró a la sala, dónde estaba él, vió junto a él a otra mujer que no conocía.

-¿Qué haces aquí?-, le dice él levantándome del sofá.

-Aún soy tú hija-, él se acerca a ella, y aunque Lu intenta ver a la mujer con la que está, no logra reconocerla.

Felipe la tomó del brazo, alejándola de la sala.

-¿No se supone que estabas en Nueva York?

-Me voy a quedar un tiempo..., por algo que pasó.

-¿Y qué haces aquí? Yo te dije que a partir de qué cumplieras 18, dejarías de ser mi responsabilidad.

-Papá...-, intenta tranquilizarse, no quería llorar otra vez, mucho menos en frente de él, -soy tú hija.

-No pensaste en eso cuando te metiste con tú hermano.

-NO PENSÉ EN NADA CUANDO ME METÍ CON ÉL... Mucho menos en que es mi hermano.

-Lucrecia, vete, por favor.

Ella se pasa una mano por el pelo y ríe de manera irónica.

-Osea prefieres tener a una puta zorra en tú casa, que a tú propia hija-, le encara y como él no le responde, sigue, -pues bien, solo te digo que como padre-, se acerca a él, -eres una mierda.

Sale de la casa y una vez en el coche, que Valerio le había prestado, golpea el volante, y no una si no varias veces, hasta que se calma y respira.

Voltea a ver la maleta en la que llevaba sus cosas, porque pese a todo pensaba que su papá la dejaría volver, pero no fue así, así que ahora ya no solo no tiene dinero sino que tampoco lugar donde dormir porque no sabía a qué hora regresaría su hermano a su casa.

Entonces sin ninguna otra idea, decide irse a un bar a "pensar" dónde sabía que no encontraría a nadie que conociera.

Sin más, comienza a conducir.

Ya en el bar, lo primero que hace es pedir una copa, y de repente una chica que ella no conocía, se le acerca.

-Y pensé que era la única adolescente despechada con la vida como para venir acá-, Lu la voltea a ver.

-¿Te conozco?

-Mencía, un gusto.

-Ya-. Dice Lu cortante y le da otro trago a su bebida. -Mira, no es nada contra ti, pero quiero estar sola.

-¿Qué va? Pero si tomar sola es una mierda, además, ¿qué le pudo haber pasado a una tía cómo tú?

-Mi padre me corrió de su casa y me bloqueó todas las cuentas.

La voltea a ver. -Ostia, que estás de joda-, ríe, -¿sabes? Yo conozco a alguien que podría ayudarte.

-¿En serio?

-Si, ya sabes, con el dinero y un lugar donde dormir, digo, conmigo lo hizo, porque curiosamente a mí me hicieron lo mismo-. Lu asiente. -Y él me ayudó.

Ya un rato después de que estuvieran platicando, el mesero se acercó a ellas y les preguntó:

-¿Cuál será vuestra forma de pago?

-Ponlo a nuestra cuenta-, dice un hombre al que Lu no conocía, el mesero asiente y después se retira.

-Hola Armando-, le dice Mencía y lo saluda. -Ella es Lu.

BROKEN - ÉLITE 4 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora