BROKEN - ÉLITE 4 (Terminada)

22. Tragarse el orgullo

-22-

Patrick

Mi mundo entero se ha convertido en una colección de recuerdos de cuando ella estaba conmigo y el día que la perdí.

"De lo que sea que estén hechas las almas, la suya y la mía son una misma."

Una forma bastante pretenciosa de empezar, pero siempre he tenido un don para lo dramático.

Verás, esta es nuestra historia, bueno, es más de ella, pero no importa.

Lu y yo.

Esta historia de seguro ya la has escuchado antes. Un chico y una chica que se dejan llevar por el deseo y la pasión que hay entre ellos, a pesar de que al principio ninguno buscaba nada más que sexo y no tenían mucho tiempo de conocerse, ella se enamora de él y viceversa. Pero como en cada historia de este tipo, algo pasa, algo los separa, en este caso el pasado de ella y la falta de comprensión de él, terminando destrozados. Cuando se siente como si todo estuviera perdido, los dos se reúnen, hablan las cosas y terminan felices por siempre.

Como he dicho, es una historia que has oído antes, la única diferencia es..., esta no es esa historia y pronto sabrán porque, pero aún no.

Mientras me tomo la tercera copa de la noche, alguien llega y me tapa los ojos. Detesto estos juegos.

-Adivina quien soy-, no le respondo, aunque si reconozco su voz. -Está bien te daré una pista. Es jodidamente sexy, muy divertida-, se acerca a mi oído. -Y le encanta follar-, ríe.

-Madre Teresa-, me destapa los ojos y la volteo a ver.

-No. Ew-, se da una vuelta. -Sorpresa-, se detiene. -Lo sé, me veo increíble, no he comido carbohidratos en ocho semanas. Pero me siento fantástica.

-Wow Ali, felicidades-, digo cortante y le doy otro trago a mi copa.

Ali es una chica con la que salía antes de conocer a Lu y Valerio, nada formal, podrá sonar mal, pero casi no hablaba con ella a menos de que estuviera aburrido y no lo niego, era divertido, pero ella buscaba algo más y yo no iba a dárselo.

-Vaya, estás cortante- me sorprende sentándose a horcajadas de mi. -¿Qué tengo qué hacer para que todo vuelva a ser como antes? Estábamos bien hasta que la conociste a ella-, la miro. En cierta forma tiene razón, el mismo fin de semana en el que la conocí a ella, en la misma fiesta, Alison y yo hablamos bastante bien. -Sabes que me extrañas-, sonríe y se aproxima a mi.

Cuando estamos a poca distancia, me detengo y le digo:  -Ahora quítate de encima de mi-, me levanto y aunque no lo hago con intención ella se cae, llamando la tención de todos los que estaban alrededor.

-Uy-, dicen varios, pero cuando los volteo a ver, se callan.

-¡¿Qué mierda te pasa Patrick?!-, me grita Alison, pero no pienso discutir, así que solo doy la media vuelta y camino. -Pero no te importaba follarme antes, ¿cierto?-, la volteo a ver.

¿Por qué no se calla?

-Oh, déjame adivinar-, se acerca. -Sigues encima de esa perra, ¿cierto?

-¡No hables de ella, ¿entendiste?!-, le digo alzando un poco la voz intentando mantener la poca calma que me queda, pero ella sonríe.

-Mírate, pareces un cachorrito perdido-, la ignoro y me doy la vuelta para alejarme, pero ella sigue: -Sobre una tía que acabas de conocer ¡Y NI SIQUIERA TE QUIERE!-, grita al final mientras yo salgo del bar, subo a mi coche y golpeo el volante no una, ni dos, sino varias veces, hasta que mis palmas quedan rojas.

Dos semanas, han pasado dos semanas y yo lo siento como si hubieran pasado dos jodidos años. La extraño, joder, la extraño como no tienen una puta idea.