7. Un problema menos

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Lu y Armando se encontraban desayunando en el restaurante del hotel, habían hablado ya de muchas cosas pero ella no había tocado el tema del préstamo, porque si era lo que le urgía pero no quería presionar la situación.

Por eso sintió un alivio extremo cuando él dijo:

-Estuve pensando en lo del préstamo.

-¿En serio?

-Si.

-¿Y qué pensaste?

-Está bien-, Lu no puede evitar sonreír.

-¿En serio?-, él saca un papel de abrigo y se lo da. -¿Un cheque?

-De veinte mil euros, solo tienes que ir a un banco y cambiarlo.

-Gracias-, él le sonríe, pero una llamada lo distrae.

Mientras él hablaba por teléfono, ella revisaba que el cheque tuviera todo, su nombre, el nombre de Armando, su firma y la cantidad.

Una parte de ella sentía un peso menos, pero sabía lo que tener ese cheque implicaba, entonces su tranquilidad duró poco.

-Me tengo que ir-, le dice sacándola de sus pensamientos, -Ya está todo en mi cuenta, ¿vale?-, y él se acerca y le da un beso en los labios, -¿te veo esta noche?-, ella asiente y después de otro beso, se va.

Mientras terminaba de tomarse su café, una mujer que se le hacía conocida se acercó y se sentó en dónde estaba Armando.

-Hola-, le dice y ella le sonríe, -¿sabes? Te me haces muy conocida, ¿no te he visto antes por aquí?

-Mmm, no, no vengo seguido-, la señora asiente.

-Pues mira, él si que me suena, ¿es amigo tuyo?-, Lu ríe, -suele venir aquí con chicas como tú.

-Como yo, ¿cómo son las chicas como yo?

-¿No eres un poco joven para hacer esto?

-¿Para hacer el qué?-, la señora voltea a ver el cheque que Lu tenía sobre la mesa y guardándolo, sigue, -Oye, hum, no tienes ni puta idea de lo que hay entre nosotros.

-Claro que lo sé, una tarifa cojonuda por horas. O por lo menos espero que sea cojonuda porque la piel joven cotiza el doble. Aunque siempre he pensado que debería cotizar más la experiencia-, pone una mano sobre us hombro y Lu se la quita.

-No me toque-, la señora sonríe.

-Tú sabrás lo que haces si de verdad te crees tan mayor, barbie-, dice levantándose y en eso ella lo recuerda.

«Joder» quiso gritar.

Era la madre de Rebeka, ¿la habrá reconocido? Tenía que salir de ahí en ese instante, antes de que pudiera llegar Rebeka o algo por el estilo.

Se pone su chaqueta y su bolsa y sale de ahí, entrando al coche que aún no le regresaba a Valerio.

-Mierda-, dice una vez que cerró la puerta y voltea a ver el cheque.

Decidida a acabar por lo menos con un problema, comienza a conducir hasta un banco, donde lo cambia por los veinte mil euros. Para después de ahí, ir directo a la comisaría y pagar la fianza.

Duró horas esperando a Cayetana en el coche, hasta que la vió salir, bajó del coche y caminó hasta ella.

-Lo prometido es deuda ¿no?-, Cayetana la abraza.

-Gracias Lu-, ella se lo corresponde, -pero, no lo entiendo, ¿cómo lo has conseguido?

-Tengo contactos.

-¿Contactos?

-Mejor no preguntes, querida.

-Vale-, suben al coche, y ahí ella le pregunta, -¿y qué sigue ahora?

-No tengo ni puta idea. Te van a seguir investigando, y a todos. Pero mínimo ya estás afuera-, dice y después se quedan en silencio por lo menos un minuto, hasta que Lu toma su celular y llama a Valerio.

-¿Qué haces?

-Diciéndole a Valerio que le diga a todos que ya estás libre.

-¿Qué?

-Si... Lo haría yo, pero no tengo ninguno de sus números, y necesitan saber que ya estás fuera-. En eso Valerio le contesta.

-¿Ahora sí puedes hablar?

-Ya saqué a Cayetana-, silencio.

-¿Qué dices?

-Que justo ahora está conmigo en el coche, estamos fuera de la comisaría.

-¿Cómo...?, ¿Papá te dió el dinero de la fianza?

-Obviamente no Valerio-, suspira, -si no me deja dormir en su casa, mucho menos me va a dar veinte mil euros.

-Entonces, ¿cómo lo conseguiste Lu?

-Es es mi problema, no el tuyo.

-Ya, pero estamos juntos en esto, si es tú problema, es mío también.

-Pues ahora no hermanito.

-Lu...

-Bueno, te dejo, voy a llevar a Cayetana a su casa-, cuelga y recarga su cabeza en el asiento.

-Oye..., no es por ser entrometida, pero-

-Entonces mejor no lo preguntes-, la interrumpe y Cayetana asiente,- lo siento, es solo..., te voy a llevar a tu casa. Supongo que tú madre no es como mi padre y ella si te espera con los brazos abiertos-, arranca el coche.

Todo el camino van en silencio, Lu no estaba de humor para hablar y Cayetana lo notaba, por eso prefería dejarlo así.

Una vez frente a su casa, cuando Lu ve como apenas la puerta se abre, la madre de Cayetana la abraza tan fuerte como le es posible, una lágrima le escurre involuntariamente por su mejolla, pero se la limpia al instante cuando ve que ella se acercaba de nuevo al coche.

-Gracias-, le dice Caye de nuevo y Lu asiente.

-Gracias a ti por no hablar.

-Vas a ver qué todo va a salir bien, Lu. Vamos a encontrar la forma de que salga bien.

-Eso espero, querida-, Cayetana le da una última sonrisa antes de regresar con su madre y abrazarla de nuevo.

Y sin poder soportarlo más, hace andar el coche, dejándolas atrás.

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Nota de la autora: Yo sé, es más corto de lo usual, pero es como si fuera apenas el inicio de lo que se viene, me entienden? Ojalá y si.

Ya voy a tratar de actualizar mis seguido, esta semana fue un poco difícil y pido perdón por no actualizar, pero acá está y prometo regularizar las actualizaciones, lo juro, de verdad.

En fin, no olviden comentar y votar, gracias por el apoyo hasta ahora, los kiero.

BROKEN - ÉLITE 4 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora