My addiction || Jack Conway y tu [EN EDICIÓN]

1. El comienzo. Nuestro comienzo.

Holi mis amores, tanto tiempo.
Tienen un mensaje a lo último del capítulo, espero que disfruten la nueva y última versión de este fic al cual le tengo tanto cariño💖
Los amo✨

•°•Narra Adara•°•

Juego con mis mechones dorados mientras masco un chicle de menta que me encontré por mi bolsillo, hace algo de calor y la falda no se demora en subirse por mis muslos cuando me acomodo en estos incómodos asientos.

Estúpidos sean todos los superiores que me mandaron aquí, estúpido sea este estúpido castigo, estúpido sea.. ehmm.. estúpido sea el jefe que me vaya a tocar aquí.

—Las oposiciones cerraron hace una semana, Goldie. —Alzo la vista, apartandola de mi móvil para encontrarme con cierto peligris.

—Hola a ti también. —Me levanto y abre sus brazos para recibirme entre ellos con una sonrisa pintada en el rostro.

—Shhh, ¿Como fué tu viaje? —Hago una mueca, cerrando los ojos mientras inhalo su fragancia tan familiar.

—Pudo haber sido peor. —Digo luego de encojerme de hombros y me alejo un poco para apreciarlo. Lo extrañé mucho—. Necesito hablar con tu jefe.

—Pues... No sé dónde estará, dame un momento.

Toma la radio que esta en su pantalón y comienza a hablar con alguien que no me molesto en escuchar.

Viktor Volkov, mi mejor amigo desde que tengo memoria esta parado frente a mi luego de un año de no vernos. Claro que hablabamos todos los días pero extrañaba esto, extrañaba tenerlo frente a mi, es un puto poste, me cubre completa.

—¿Y tu jefe? —Gesticulo para no molestarle en su charla por radio y hace un ademán de que va para rato.

Suspiro y vuelvo a gesticular que lo esperare afuera. Tomo mi bolso y salgo de la comisaría, deleitándome con la brisa cálida del verano.

Me estoy convenciendo de que tal vez venir aquí fué buena idea hasta que doy un paso y mi zapato pisa una mierda.

Maldigo en voz baja y rápido camino hacia donde hay césped. Dios, odio esta ciudad.

Limpio mi zapato y medio que lloriqueo, mis hermosas Converse por dios.

Me recuerdo una y otra vez que me merezco estar aquí por la cagada que me mandé en mi último operativo trabajando para el CNI y suspiro.

—Yo puedo con esto.. —Musito y acomodo la falda de jean.

Mi zapatilla parece estar bien y decido esperar en el auto del señorito Volkov.

—Aparta joder. —Me empuja, pasando por mi lado y le devuelvo casi con el doble de fuerza el empujón.

—Gilipollas. —Sigo caminando, molesta.

—¡Quién coño te crees, muñeca! —Alza la voz y como no quiero dar malas impresiones en frente de la comisaría dónde trabajaré, agarro una roca de tamaño considerable y se la lanzo.

Refunfuño furiosa cuando la piedra le da en la cabeza y no hace que se desmaye pero me gano una mirada glacial por parte de ese hombre de camisa y pistolera que... Vaya... Es guapo...

Camina furioso hacia mi pero a unos metros se detiene, agarrando su móvil, y se aleja respondiendo una llamada mientras soba su cabeza y dice sandeces que no logro entender.

Que se joda, ni que lo fuera a ver todos los días.

Desaparece de mi vista y saco mi móvil para responder los mensajes de mi padre que no deja de insistir en llamarme y...