5. Te gusta mi comida o te gusto yo?

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•°•Narra Adara•°•

Termino mi sandwich de pavo y me estiro en este sofá, esperando que Conway llegue pero dudo que lo haga. Luego de lo que pasó hace varios días se volvió más molesto y precavido, casi no me deja hacer nada sin que él este y se la pasa dándome órdenes estúpidas.

Solo papeleo. Papeleo. Y más papeleo.

Me tomo un momento para ir a lavarme los dientes y retocar el color de mis labios, enseguida vuelvo al despacho del segundo piso.

Me enderezo en la silla cuando Jack se adentra a la habitación, se ve más molesto de lo normal y lleva otra caja de papeleos en su mano.

—¿Terminaste? —Asiento, muero de sueño, el hijo de puta esta aquí hace mas de un día y apenas me dejó dormir una miserable siesta de tan solo una hora.

—Oye, queria saber si...

—¿Te he dicho que hables? —Me interumpe de mala gana, dejando las cajas enfrente de mi.

—¡Pero que no puedo hacer nada coño! —Digo molesta, levantandome de la silla—. Vete a tomar por culo tu y tus papeleos de mierda.

Empujo los papeles con enojo hacia su lado e ignoro sus llamados cuando salgo de su despacho.

Ya no voy a tolerarlo más, mucho por como me trata.

Luego de cambiarme y buscar mis cosas, la noche fría de la ciudad de los Santos me recibe, tengo la suerte de que enseguida veo un taxi y no dudo en llamarlo.

Le pago al chófer cuando llego y bajo a este departamento.

Al fin llego a mi hermoso departamento y camino directo al baño para darme una ducha. Luego de unos minutos me pongo una camisa algo ancha con un short y voy a la cocina para cocinar una de las tantas recetas que me enseñó mi abuelo.

Pongo unas verduras al vapor mientras el arroz se hace y preparo una salsa. El departamento se llena de un aroma exquisito.

Tocan la puerta y ato mi cabello en un moño desordenado con unos palillos chinos que tengo de sobra.

Abro la puerta y quiero maldecir al ver a Jack ahi, su cabello esta mojado por la leve llovizna que hay fuera y... Tiene las putas mismas cajas en el brazo.

—¿Creíste que te ibas a librar tan fácil? —Da un paso al frente y huele—. ¿Estas cocinando?

Se adentra sin preguntar, caminando hacia la cocina.

—Si recuerdas que hay algo que se llama pedir permiso, ¿No? —Cierro la puerta y ya me molesto.

—¿Casero? —Llego a su lado y asiento—. Nada mal... —Murmura y camina a mi sofá.

Deja la caja al costado y se quita las gafas, tambien se quita su chaqueta y la deja colgada en el perchero.

—¿Comerás aquí? —Asiente levemente, menos mal que me pase en las medidas.

Me siento enfrente de el, en un pequeño futón mientras la comida se hace.

—¿Enserio debemos hacer esto? Queria comer e irme a dormir. —Apoyo mi rostro en la mesa de vidrio.

—Te vi en la cafetería, te comiste un sándwich de pavo sino me equivoco.

—¿Te crees que con eso estoy satisfecha? Tengo que comerme seis de esos para no tener hambre. —No sé porque eso le saca una leve sonrisa.

Me levanto a ver la comida y sirvo los platos. Mira el cuenco donde le sirvo los vegetales salteados con pollo y una salsa acompañando el arroz.

—¿Dónde aprendiste a hacer esto?

My addiction || Jack Conway y tu [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora