41. Nervios<3 y cositas🫣🫧

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•°•Narra Adara•°•

Termino de arreglarle el cabello a Amelie y suspiro. Chequeo varias veces su vestido color crema pero parece estar todo en orden.

—¿Qué pasha mami? —Pregunta algo confundida por mi expresión.

—Solo estoy un poco cansada amor...

—¿Mimimos?

—Debemos ir a cenar con los abuelos...

Le recuerdo lo que la hace emocionarse otra vez, diciendome lo feliz que esta de tener más abuelitos.

Dios...

Cuando papá me dijo que mis abuelos ya sabian de la existencia de Amelie, casi me muero. Por suerte no lo tomaron de forma acusadora que es como creí que iba a ser, me sugestioné con ideas erroneas de ellos.

En tanto la pareja de ancianos solo quieren conocer a la pequeña, están demasiados felices con la reciente descendencia.

En cambio yo estoy por desmayarme. A papá le hubiera encantado acompañarnos pero ahora mismo esta en esa puta sede de entrenamiento por los siguientes cinco días.

—¿Listas? —Volkov llega a nosotras y mi pequeña exclama un gran Siii.


—Anda Goldie, todo saldrá bien ¿Si?

—Ya, que estoy bien...

Tomo mi bolso, acomodando mi qipao y finalmente los tres bajamos por el elevador para llegar al audio negro dónde mi queridísimo ruso nos lleva al restaurante.

No puedo evitar recordar la última vez que vine aquí, fué para Navidad hace tres años y me es inevitable pensar en lo deprimida que estaba por cierto señor de traje. Y aún asi ese sentimiento no fué ni un mínimo porcentaje de como me sentí en mis primeros meses de embarazo.

La nostalgia me llega e intento no llorar cuando bajamos, siento que de alguna forma la cagué. Tomo la mano de mi hija y Volkov la toma de la otra, al adentrarnos al restaurante nos recibe un ambiente hogareño.

La mayoría de los clientes son trabajadores de oficinas que vienen aquí, familias y demás.

Mi mirada cae en mis abuelos que están sentados en una mesa, mirando la carta como si fueran unos clientes típicos del lugar y no puedo evitar sonreír.

—¿Abuelos? —Pregunta Amy mirándome y asiento.

—Ve, Cariño...

Mi hija no se demora en correr hacia ellos y...

—¡Amelie, cariño! —La llamo—. ¡Esos no son tus abuelos!

Trato de no alzar la voz y rápido la buscamos con Viktor entre risas, se metió en medio de una puta cena familiar, madre mia.

La guiamos hacia la mesa correcta y los abuelos no pueden evitar emocionarse.

—¿Tu eles mi abuelito? —Le pregunta al señor Lin.

—Asi es pequeña...

—¿Y tú eles mi abuela? —Mi queridísima abuela Maria la tiene en brazos y asiente, peinando su cabello.

My addiction || Jack Conway y tu [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora