My addiction || Jack Conway y tu [EN EDICIÓN]

19. Kiss, Kiss and more kisses💋

•°•Narra Adara•°•

Bebo café tranquilamente y miro hacia el Lobby de comisaría. Jack aún no llego para la típica reunión y suspiro.

Como tarda el gilipollas.

Ha pasado una semana y aún no me ha llegado otro mensaje de la mafia luego del último sobre la reunión en la cual falté.

—¿Día aburrido? —Asiento, respondiendo la pregunta de Alex.

—Conway no llega. —Me quejo y acaricia mi cabello.

—¿Cómo has estado, Goldie? —Pregunta suavemente y sonrío cuando me llama así.

—Supongo que bien. —Caminamos hacia los vestidores, saliendo a donde están las maquinas de refrescos—. ¿Y tu?

—Bien, pensando un poco sobre algunas cosas. —Toma mi mano y no puedo evitar sentir como mi rostro se torna rojo.

—¿Qué tipo de cosas, amor? —Me sale decirle y rápidamente niego—. Disculpa, Alex, yo...

Me silencia con un suave beso y por un momento me quedo congelada. Como puedo dejo el pequeño vaso de café y con mis manos acaricio su rostro, correspondiedo el beso.

—Lo siento... —Dice al separarse de mi, recostando su frente contra la mia y cierro los ojos.

—¿Enserio lo sientes? —Sonríe.

—Claro que no, Adi. —Acuna mi rostro entre sus manos y suspira—. Eres bellísima, ¿Sabes?

No puedo evitar sonreír y nos separamos cuando se escucha de la radio un “Aqui Conway entrando en servicio”.

—¿Te veo luego? —Le pregunto y no duda en asentir, dándome otro beso.

—Y salimos. —Informa y asiento, plantando otro beso en sus suaves labios.

—¿A cenar? —Asiente, besándome y finalmente nos separamos.

—Ya.

—Si.

No puedo evitar envolver mis brazos en su cuello, besándolo más y lo suelto rápidamente, huyendo hacia los vestidores.

—¡Ven aquí!

Va detrás de mi, abriendo la puerta y río cuando me toma de la cintura, alzandome.

Aunque no dura más de otro segundo ya que cierto señor esta parado frente a su casillero.

—Buenas tardes, Conway. —Lo saluda Ivanov, soltandome.

Lo mira con desdén de arriba a abajo y luego se coloca sus gafas, sin responderle sale de la habitación y Alexander permanece confundido.

—No entiendo que coño le pasa. —Suspira mirando hacia la puerta y niega.

—Ya sabes como es, no le hagas caso. —Lo tomo de las mejillas y le doy un beso—. Debo ir a hablar con él, ¿Nos vemos luego?

Asiente y me da otro beso, sin poder evitar sonreír.

Salgo de los vestidores, buscando a Jack y muerdo mi labio inferior al pensar en lo que acababa de pasar con Alex.

¿Desde cuándo nosotros...? Dios, me siento como hace unos años.

Llego al despacho del segundo piso y todo la puerta.

—¿Desde cuando tocas? —Pregunta Jack algo molesto.

—Es bueno no perder los modales. —Camino hasta la silla y me siento.