24. Tristona, Consentida y Dolida💋👹

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•°•Narra Adara•°•

Me siento en la encimera mientras como helado de chocolate, preguntándome que hice mal.

O qué hago mal.

Nunca tomé enserio esto del amor, no creí que fuera importante ni tampoco algo necesario en mi vida.

Pero aunque siempre me hacia la loca con eso, la verdad es que muero por sentirme amada al menos una puta vez en mi vida.

Mi primer novio fue un ratero de por ahi que se aprovechaba de la influencia de mi padre, me engañó con mi mejor amiga y papá acabó con él.
El segundo, tercero y cuarto fueron masomenos lo mismo. Me valían mierda pero recuerdo el dolor de ser traicionada por mi propia amiga.

Finalmente me di por vencida, dudaba de enamorarme alguna vez porque ya desde temprano edad me di cuenta lo desagradables que son los hombres a excepción de algunos.

Alex fué mi último ex de todos, el que me hizo creer lo contrario y aunque no me enamoré, no puedp ignorar que sentí algo muy lindo con él.

Hasta el día donde decidió dejarme con una carta mediocre.

Enserio creí que al menos iba a esforzarse mas esta vez, estaba dando lo mejor de mi y ya lo estaba amando otra vez. O tal vez solo lo quería.

Ya no quiero más novios ni lios de una noche, quiero algo serio y bonito... Quiero amar y ser amada de forma sana, no así.

Me sobresalto con el ruido del cristal roto.

—¡No hagan mucho ruido, no queremos llamar la atención!

Alexander intenta gritar pero le meten un trapo en la boca. Balanceo mis piernas y me engullo de helado.

El dolor de ovarios me llega ya que estoy en mis días y suspiro con ganas de quejarme.

Río un poco cuando Alexander se sacude pero Diablo lo agarra con el Gringo, en tanto Tonet tatua cosas por su cuerpo.

Esta atado de manos y pies, tiene una vandana cubriendo sus ojos y unos audífonos con metálica a todo volumen.

No puedo evitar reír cuando veo el tatuaje en su espalda de un Pene apuntando directo a su culo.

—¿Qué más le ponemos? —Pregunta Diablo y lo pienso.

—Quiero un “Infiel” grande en la puta cara.

Lo voltean e Ivanov se remueve con desesperación. En la frente le escriben la palabra que les digo y llega Evo con el bate de béisbol.

—Rompí todo en el cuarto, ¿Le tiro la tele?

—Tiremos toda la comida de su nevera. —Asiente repetidas veces y dejo el helado sobre la encimera.

Tiramos todas las ollas al suelo y abrimos los paquetes de pasta y arroz, esparciendo todo por el departamento.

—¡Oye Evo, toma esto! —Saco del refrigerador una mantequilla y se la lanzo.

Comienzo a lanzarle cosas de la nevera y las esquiva como puede.

—Niños, ya. —Llega Nadando—. Es hora de irnos.

Tomo mi helado de la encimera y camino hacia la salida, cuidando que mis zapatos de plataforma no toquen nada.

Diablo le quita los audífonos a Alex y lo toma del cabello.

—Dile a alguien lo que ocurrio, y la próxima te buscamos para darte un tiro en la puta cabeza.

Lo suelta de mala gana y solo corta la soga que ataba sus pies.

My addiction || Jack Conway y tu [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora