My addiction || Jack Conway y tu [EN EDICIÓN]

16. Dolorcitos de cabeza y "Atte: culo abierto"😔👹

•°•Narra Adara•°•

Tomo un trago de coca cola en tanto como patatas fritas que el dependiente me ha dado mientras espero que llegue la policia.

Se me ha bajado la presión por tantos días sin azúcar y aun me sigue doliendo la cabeza. Ahora mismo estamos sentados en un pasillo lleno de chuches.

—¡Wow! ¿Enserio estuviste con Mafiosos? —Asiento por quinta vez y el chico se emociona.

—¿Acaso nunca has visto uno?

—Pues claro que no, mi vida se basa en estar detrás de esa maldita caja. —Señala el mostrador y suspira—. Lo más emocionante que me pasó fue que unos atracadores entraron, repasaron el lugar con la mirada y se fueron.

—¿Sin robar nada?

—Si, imagínate como se sintió. —No puedo evitar reír y hago una mueca con la punzada que me da en la cabeza.

Ya puedo ver como se acercan las sirenas policiales y siento un gran alivio.

—¿Cuánto tienes? —Le pregunto.

—Diecinueve.

—Yo a tu edad atraqué un maldito banco yo sola. —Alza las cejas en señal de sorpresa pero cambia su semblante.

—Pero... ¿No eres policía? —Mira mi uniforme algo confundido y regresa a mis ojos.

—En ese momento Marine. —Sonrío, recordando esos momentos y no puedo evitar sentir nostalgia.

—¿Has pensando en volver a eso? —Las sirenas de detienen frente al badulaque y le regalo al chico de rizos una media sonrisa.

—Demasiadas veces...

La puerta se abre casi de una patada y papá no se demora en buscarme con la mirada.

Intento levantarme pero ya esta tomandome en brazos como si fuera una niña pequeña.

—¿Estás bien, cariño? —Asiento levemente, tomando mi cabeza y se aleja un poco de mi para repasarme con la mirada.

Siento que hay algo en mi que no le convence y una ambulancia se detiene fuera.

Me suelta para ir a buscar la camilla rápidamente y miro al chico de rizos.

—Has que tu vida sea movida, ¿Sino para que vives? —En su cabeza parece hacer click algo y asiente repetidas veces.

Puedo ver a Jack afuera, dando órdenes por doquier. Apuesto que la mitad de la malla esta afuera y salgo del badulaque en una camilla. Otra vez el sueño vuelve y no dudo en cerrar los ojos otra vez.

—¿Cómo está? —Escucho a Jack y por más que quiera no puedo abrir los ojos.

Me suben a la ambulancia y toman mis signos vitales.

—Presión baja y esta desorientada. —Avisa una enfermera.

Luego de unos minutos la ambulancia se detiene y bajan la camilla.

Me remuevo algo incómoda y a penas recobra la concuencia suelto un jadeo de sorpresa.

¿En qué momento?

Miro la habitación de hospital y puedo ver a Jack durmiendo en el sofá.

Se remueve un poco, mirándome y casi al instante se levanta, caminando hacia mi.

—¿Estás bien? —Toma mi rostro entre sus manos—. ¿Cómo te sientes?

—¿Cuanto tiempo ha pasado? —Me relajo por completo cuando recuesta su coronilla contra la mia, cerrando los ojos.