36. 😨💣

808 55 50
                                    

•°•Narra Adara•°•

Me apoyo sobre mi coche, fumando tranquilamente mientras la cálida brisa de verano choca contra mi. Aún estoy esperándolo luego de media hora pero parece que nunca va a salir.

Al verlo rápido me apresuro hacía él, camina tranquilamente y al verme sonríe.

—Creí que ya te habías ido. —Su sonrisa se espande.

—Te estaba esperando. —Muerde su labio inferior por dentro y puedo notarlo algo nervioso/emocionado.

Enfrente hay una cafetería y le ofrezco a ir allí a tomar un café ya que aún es temprano.

Acepta con gusto y cuando ya estamos ahí puedo notarlo algo feliz.

—¿De qué querías hablar? —Pregunta de forma curiosa mientras toma su café.

—Tengo que decir que me sorprendió verte aquí. —Le informó.

—Pues, necesitaba cambiar de ambiente.

—Elegiste el equivocado. —No puedo evitar reír al igual que él.

—El superintendente me trató como la mierda, hasta me degradó. Supongo que ahora soy subcomisario... —Murmura rascando su nuca.

—Es lo más amable que será contigo en tu vida, prepárate. —Hace una mueca que me saca otra leve risa y bebo de mi café.

—Parece que lo conoces bien.

—Trabajé varios meses aquí hace un tiempo.

—Entiendo...

Nos miramos por un momento, no puedo evitar ver su atractivo que no pasa desapercibido y suspiro.

—¿Cómo está la pequeña Amy? —Pregunta de forma curiosa.

—Se adaptó bastante bien por suerte, le encanta la ciudad. Miento si te digo que no ha preguntado por ti. —Sonríe levemente.

A parte de que el comisario me acompañó durante mi embarazo, ayudándome en todo lo necesario, también estuvo bastante involucrado con la crianza de Amy, al igual que Volkov y es algo que nunca voy a dejar de agradecerles porqué sé que yo sola nunca pudiera haberlo hecho.

—No quiero meterme en el tema Ada, pero sabes que tienes mi apoyo, sé que no es fácil volver aquí luego de lo que pasó y solo quería decirte que lo que sea que necesites, estoy aqui.

«Vino por mi...»

No hay que tener un IQ de 200 para notar que este hombre esta pirado por mi. Ya me lo hizo saber en varias ocasiones pero siempre me respetó, más con Amelie presente.

—Ser viuda es algo complicado, pero quédate tranquilo que ya lo tengo superado. —Le sonrío para que vea que estoy bien pero más parece una mueca.

—El padre de Amelie estaría orgulloso...

Lo dudo.

Para él soy una chica que tuvo la mala suerte de perder a su pareja en un trágico accidente, como todos los demás a excepción de Volkov que solo él sabe la verdad.

—¿Te acompaño hasta tu casa? —Pregunta al salir de la cafetería.

—No te preocupes, traje mi coche. —Le hago saber, caminando hacía la acera de enfrente para ir a mi casa.

El tiempo se fué volando junto a él en la cafetería y finalmente vuelvo a casa a eso de las doce del mediodía.

—¿Qué cojones pasó aquí? —Miro el desastre que hay en la cocina.

My addiction || Jack Conway y tu [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora