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ㅡ Lucas, por favor no hagas esto. . es nuestro hijo. ㅡ exclamó la joven entré lágrimas mientras sostenía el brazo del nombrado para que no se vaya.

El pelinegro molestó quitó las manos de la muchacha de su brazo y tomó a su hijo de apenas unos dos años de edad. ㅡ Escuchame, no quiero verte cerca de el ¿entendiste?, no mereces tener a un niño tan maravilloso como chenle a tu lado. ㅡ miró por última vez a la joven antes de tomar sus bolsos y salir de aquél departamento juntó a su hijo para jamás volver.

Caminó por los pasillos de aquél edificio con lágrimas en sus ojos y abrazando a su pequeño com fuerza, el menor tenía algunos golpes en su rostro por su madre, aún no podía creer como el pudo haber dejado a su hijo con aquella mujer, realmente no se merecía el nombre de madre. Cuándo llegó a la salida del edificio se quitó el abrigo que traía puesto y se lo coloco al menor para abrigarlo de la fría noche.

Lucas sabía que sería difícil salir adelanté con apenas diecinueve años y un hijo pequeño, pero el lucharía contra viento y marea por el bien de su hijo, no volvería a dejar que alguien dañara a su pequeño hijo de nuevo.

. . .

Al abrir sus ojos las primeras luces del día pasaron por su ventana, aún se encontraba muy agotado por el día anterior, tuvo que trabajar hasta tarde y apenas pudo dormir pero hoy era lunes y tenía que llevar a su pequeño a clases. Se levantó con pereza y se dirigió al baño, luego de unos minutos salió de allí y abrió la puerta de su habitación para ir a la de su pequeño. Tocó la puerta de la habitación del menor y tan sólo tuvo que esperar uno segundos para que esta fuera abierta por el joven de cabellera rubia.

Sonriente saludó a su hijo y le dio un abrazó, el cual el menor correspondió. ㅡ Ahora te despiertas antes que yo, estas creciendo muy rápido. ㅡ exclamó alejando su cuerpo del menor.

ㅡ Claro que si, ya soy un niño grande papá. ㅡ sonriente miró a su padre, quién sólo mantenía su vista en el rubio con ternura.

ㅡ Claro, pero para mi, siempre serás mi pequeño. ㅡ se acercó nuevamente a su hijo para abrazarlo y darle besos por todo su rostro. El menor solo reía ante las acciones de su padre. ㅡ Ya, termina de prepararte yo iré a preparar el desayuno. ㅡ dejó a su pequeño y éste entró nuevamente a su habitación.

Cómo dijo fue hasta la cocina para preparar el desayuno, la verdad no era el mejor cocinando pero hacía lo que podía y a su hijo le gustaba su comida, eso era suficiente para el, que el pequeño chenle este felíz era lo único que a el le importaba. Tras unos quince minutos, tenía ya listos unos panqueques y un vaso de chocolatada para el menor, mientras el tomaba una taza de café esperando a que su hijo viniera a desayunar. El joven no se hizo esperar y pronto llegó a la cocina y se sentó el la mesa al ver su desayuno, sonrió felíz y comenzó a comer.

El pelinegro se sentó al lado de su hijo y comenzaron a conversar de lo que harían en el día, chenle le contaba a su papá que estaba felíz de volver a ver a su mejor amiga después de no verlo en todo el finde semana y que podría mostrarle cómo había mejorado con matemáticas, pues había podido terminar sus tareas el sólo. Por su parte el sólo le comento que tenía mucho trabajó por hacer, pero que podría recogerlo ése al terminar sus clases y el rubio se puso muy felíz, su padre lo buscaría después de clases.

Ambos al terminar de desayunar fueron a sus habitaciones para limpiarse sus dientes y terminar de arreglarse. Ya los dos jovenes listos salieron de su pequeño departamento en dirección a la escuela del más pequeño, ambos iban felices por el caminó mirando sus alrededores. La escuela no estaba lejos de su hogar y luego de unos diez minutos caminando llegaron a su destinó. 

El pelinegro miró a su hijo y se puso de cuclillas frente suyo, le desordeno un poco el cabello y le dijo que se portara bien, este asintió y cuándo vio a lo lejos a su amiga, rápidamente corrió hasta ella sin despedirse de su padre, lucas sólo río al ver el entusiasmo de su hijo por encontrarse con su amiga, pero algo era nuevo, alguien acompañaba a la niña de cabellera oscura, una joven evidentemente mayor a ella. El teléfono del chico sonó, era su jefe, de seguro era importante así que no le prestó más atención a la acompañante de la niña y siguió su caminó al trabajó.

una novia para papá  |  luqiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora