una novia para papá | luqi

c a t o r c e.

Los dias habian pasado, lucas no le había hablado en todo ese tiempo, no iba a recoger a su hermana porque no quería encontrarse con el, su padre ya la había notado extraña y sus amigas no paraban de hablar sobre en futuro romance de su amiga con el pelinegro, habían sido los peores dias que habia pasado en mucho tiempo y todo era por su culpa, por enamorarse del chico equivocado.

Ese día no pudo escapar de recoger a su hermanita, su padre tenia que ir a una reunión de trabajo y no tendría tiempo de buscar a shuhua y por eso ella la iría a recoger, solo esperaba no encontrarse con lucas, no podría mirarlo, no podía después de haberlo dejado de esa forma.

En el camino al instituto de su hermana estaba nerviosa, no queria estar alli pero no tenia otra opcion. Al llegar al lugar miro a sus alrededores y por suerte no había señales del pelinegro, sus nervios se calmaron y esperaba que shuhua saliera rápido.

Los minutos pasaron y los niños aún no salían, estaba nuevamente poniéndose nerviosa y como si el mundo oyera sus miedos a lo lejos se veía a lucas caminando, pero no estaba solo venía acompañado y cuando se acercaron más y pudo ver con más claridad el rostro de la acompañante su corazon se lastimo aun más, sus uñas comenzaron a clavarse en sus manos llegando a lastimarla y las lágrimas apoderaban sus ojos. Soojin venía muy sonriente al lado del chico y este le sonreía como antes lo hacia con ella, sabía lo que pasaba o almenos eso creia y no le gustaba.

Miró fijamente frente suyo y sintio como la sangre salía de su palma, le dolía pero ver a la persona que tanto amas con alguien mas, dolia muchisimo mas aunque eso era lo que quería. Cuando escucho voces de niños volvió a la realidad limpiando rápidamente sus lágrimas y tratando de ocultar sus manos esperando a su hermana. La menor se acercó a su hermana alegre, pues hace tiempo no la recogía ella.

— ¡Hermana!, que bueno que vinis- — al ver las muñecas de la mayor con sangre se detuvo. — ¿Lo volviste a hacer?, unnie. . — tomo las manos de su hermana y confirmó sus dudas, tendria que llamar a alguien. Miró a sus alrededores y cuando vio a su mejor amigo con su padre corrió hasta el.

— ¡Shuhua no! — al ver hacia donde corrió quiso salir corriendo, de todos tenia que ir con ellos.

En un abrir y cerrar de ojos ya tenia a tres personas mirando sus manos con preocupación y yuqi de la pena no podía levantar la vista del suelo, solo quería que la tierra la tragara.

— Yuqi lo volviste hacer. . lo había superado. — la voz de su amiga la molestaba, no tenia que hacer eso pero era inevitable. — ¿Estas bien?¿Paso algo con su ma- — 

— ¡Callate! — miro molesta a su amiga y nuevamente comenzó a lavar sus uñas. Ella sabía cómo le dolía el tema de su madre y se atrevía a mencionarlo frente de todos.

— Perdón. . no quise. . — la mirada de yuqi la intimidaba, nunca la miro de aquella forma.

— No te atrevas, no lo hagas. — su padre paso por su mente y apreto aun mas fuerte logrando hacerse mas daño, estaba pasando de nuevo y no quería que pasara pero no podía evitarlo.

Lucas miraba sin entender lo que pasaba pero al volver a ver sus mano y notar como gotas de sangre salían de ella se preocupo aun mas, no le importo donde estaban y se acercó a yuqi mirándola con preocupación, tomó sus manos con suavidad y con nervio comenzó a hablar. — Para, no te lastimen por favor. . estas contigo, no lo hagas. —

Yuqi comenzó a llorar mirando el rostro del pelinegro, realmente lo había extrañado tanto, su rostro, su sonrisa, su tacto, todo de él había extrañado. Sin pensarlo abrazo con fuerzas al chico, no le importaba su amiga en ese momento solo quería tenerlo cerca lo necesitaba.

— Aquí esto yuqi, yo te protegeré. — comenzó a acariciar su cabeza lentamente mientras susurraba sus palabras, verla así lo había lastimado y nunca quería volver a ver como la tan hermosa pelinegro se dañaba, no lo permitiría.

— LLévame a casa por favor, no quiero estar aquí. — abrazó con más fuerza el cuerpo ajeno, no quería separarse.

— Te llevaré a casa. — 

Fue lo último que dijo el pelinegro antes de tomar su mano y luego de la de su hijo, shuhua se acercó a su hermana y la tomó de la mano. Lucas comenzó el camino dejando atrás a la chica que venia con el, ella dijo que iria a su casa sola y despues de eso se fue. 

El camino fue silencioso hasta el hogar de la pelinegro, todos estaban preocupadas por ella. Cuando por fin llegaron a la casa el padre de las chicas las esperaba en la entrada pero se acercó preocupado cuando vio el estado de su hija mayor.

— ¿Que le paso? — exclamo preocupado acercándose a la chica.

— Papi le volvió a pasar. — la menor señaló las manos de yuqi, las cuales tenían las marcas de la sangre seca en ellas.

— No . . no de nuevo. —