Solo era un viaje antes de entregarme a la vida adulta, mis amigos dijeron que lo necesitaba, un viaje a un país desconocido que se encontraba al otro lado del mundo donde tal vez pocos o tal vez nadie, me conocerían como el más prometedor ante el t...
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Narrador omnisciente
Comenzaron a pasar los días donde un pequeño peliverde y un joven rubio se veían por las tardes en aquel viejo mirador, era un paisaje demasiado conocido para ambos, sin embargo, con cada plática parecía ser nuevo otra vez, cada día encontraban algo nuevo, un nuevo graffiti, una nueva piedra, una nueva estrella... cada día había algo nuevo y algo que los hacia envolverse en esas burbujas que con el tiempo eran menos inestables.
El cenizo se encontraba dibujando una flor que según él un día antes no estaba ahí, cuando la voz del pecoso lo tomo por sorpresa
- Me voy a Brasil... - Soltó de repente sin tacto alguno, el cenizo rompió la punta de su lápiz por accidente mientras se quedaba en un estado de shock, el peliverde lo miro mientras apretaba sus labios y jugaba con sus dedos – El tío Ryan dice que me pagaran bien si me voy un tiempo... es como irme de gira ¿no? – Lo último lo dijo con una sonrisa nerviosa, el cenizo lo miro al fin para chasquear la lengua y tomar su rostro
- ¿Quieres ir? – dijo mientras plantaba sus ojos en los finos labios del menor
- Es una buena oportunidad... aparte conoceré otro país y... - Bakugo interrumpió su balbuceo
- Pregunte algo que se contesta con un simple "si" o "no" ... ¿Quieres ir? – Volvió a formular su pregunta mientras esta vez posicionaba su mirada en los ojos verdes de Izuku
- Si... quiero ir – El ojirubi acaricio con el pulgar los labios del ojiverde para después acercarse a él lo suficiente como para que sus respiraciones se encontraran, la respiración del menor se hizo pesada e irregular al igual que la de su acompañante
- acércate el milímetro que falta... este será nuestro primer beso desde que nos conocimos... - Susurro el mayor a lo cual el pecoso obedeció, se acercó para cortar el pequeño espacio que aun los separaba, provocando así el primer beso entre ellos.
El rubio tenía todo el control, el guiaba el beso, sin embargo, el peliverde no se quedó atrás mientras seguía sin problema el ritmo de Bakugo, sus lenguas se encontraron provocando así un beso que de a poco se llenaba de pasión. Se separaron al fin dejando que un fino hilo de saliva los uniera aun, el peliverde miro al cenizo mientras regulaban sus respiraciones
- Entonces... vámonos a Brasil – Soltó el ojirubi mientras regulaba su respiración, el pecoso lo miro confundido
- ¿"vámonos"? ¿es... enserio? – pregunto con la voz nerviosa, pero con una luz de ilusión en sus ojos
- Si... tú lo dijiste... podría conocer otro país y lo haría contigo – El rubio miro su libreta la cual ahora tenía un dibujo arruinado, arranco la hoja con el propósito de botarla, pero el peliverde lo detuvo
- Dámelo... yo lo quiero – El rubio lo miro confundido sin embargo se lo dio, el menor lo tomo y lo doblo delicadamente para así meterlo en el bolsillo de su pantalón – está bien... huyamos juntos a Brasil – Dijo con una sonrisa – Viajemos por el mundo... - Le dedico una sonrisa grande al cenizo el cual se sonrojo levemente para después sonreír
- Viajemos por el mundo... - Tomo su mano esta vez y la beso
Esta nueva burbuja parecía ser la mejor, la burbuja definitiva, la que los mantendría unidos por siempre.
Un viaje por su mundo, un viaje para crear su propio universo donde solo estaban ambos, un universo donde el rubio no encontraba explicación de por qué un pecoso peliverde extranjero lo tenía tan cautivado, un universo donde sabía que sería imposible olvidarse de Izuku, el striper de San francisco...
Sin duda sería un viaje en el cual no quería comprar un boleto de regreso
Por otro lado, el peliverde sentía terror por empezar este viaje, tenía miedo de lo que pasaría, tenía miedo de que todo se descontrolara, aunque al sentir el tacto de aquel ojirubi todo parecía estar bien, todo estaba bien, se sentía seguro, no temía a que lo tocara sin su permiso, no tenía miedo a que lo drogaran, no tenía miedo a perderse... porque si se perdía con el rubio todo estaría bien, porque al lado de Bakugo, él era normal...
