Solo era un viaje antes de entregarme a la vida adulta, mis amigos dijeron que lo necesitaba, un viaje a un país desconocido que se encontraba al otro lado del mundo donde tal vez pocos o tal vez nadie, me conocerían como el más prometedor ante el t...
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Narrador Omnisciente
Ya era de mañana y un rubio se encontraba sentado en el suelo del balcón rodeado de latas de cerveza mientras miraba a la gente pasar, escucho una puerta abrirse y cerrarse a sus espaldas, el ojirubi miro en dirección a donde venía el sonido encontrándose con ese par de esmeraldas verdes que lo atraían, los ojos de Izuku se veían hinchados y llenos de cansancio, Bakugou se levantó del suelo tambaleandose levemente a causa del alcohol que se encontraba en su sistema
-¿Cómo te sientes? — le pregunto al peliverde mientras pasaba a su lado hasta llegar a la pequeña cocina -Me duele la cabeza... — dijo mientras posaba su mano en esta aplastando así el montón de rizos verdes despeinados -Es normal, lloraste demasiado... — hablo el rubio mientras tomaba una taza para servir café — ¿Quieres uno? — pregunto mientras vaciaba el sobre de café instantáneo en la taza - Si, por favor — pidió el peliverde mientras se sentaba en una de las sillas de la pequeña mesa. El rubio sirvió las dos tazas de café, uno negro y otro con más leche que café siendo éste para el menor, lo coloco delante de él pecoso y se sentó en la silla sobrante de la mesa, el ojiverde fue el primero en dar un trago al líquido caliente de la taza para después dar un suspiro
-Katsuki... — rompió el silencio llamando la atención del rubio — ¿Cuando regresas a Japón? — pregunto mientras ignoraba la mirada del ahora sorprendido cenizo -¿A qué viene tu pregunta? — dijo mientras le daba otro trago a su café - Curiosidad... Ya has pasado mucho tiempo fuera y... Tal vez tus compañeros te extrañan — comento el peliverde mientras le soplaba a su bebida - Aún no lo sé... Y tampoco me urge regresar — hablo para después mirar hacia el balcón que estaba lleno de luz - Es que... Me tengo que mudar otra vez — Soltó de la nada el pecoso mientras le daba el último trago a su desayuno ganándose así otra mirada del rubio - ¿Otra vez? ¿A dónde? - A México... — hablo en tono bajo — al fin seré una belleza exótica — comento con un tono falsamente animado — No te estoy pidiendo que vengas... Solo que quiero que sepas que tienes la opción de acompáñame... - Iré contigo — dijo el rubio mientras se levantaba de la mesa y recogía las tazas — ya llegué hasta Brasil, no veo porque no iría a México... — camino hasta el lavadero y dejo las tazas — No estoy aprendiendo español en vano — sonrió mientras miraba al pecoso.
En estos momentos Bakugou le puso la atención que no le había puesto hace meses a Izuku, desde que lo conocio no había vuelto a observar detalladamente su rostro, pero ahora pudo notar que estaba perdiendo a su compañero... Tenía ojeras, su mirada delataba totalmente su cansancio, ahora entendía por qué de repente había comprado más maquillaje de lo habitual, sus ojos seguían inyectados en sangre pero estaba seguro que se debía a qué había llorado casi toda la noche, se veía un poco más delgado, su tono de piel era pálido, miró sus manos las cuales se notaban temblorosas y sus uñas se veían totalmente mordidas
