Solo era un viaje antes de entregarme a la vida adulta, mis amigos dijeron que lo necesitaba, un viaje a un país desconocido que se encontraba al otro lado del mundo donde tal vez pocos o tal vez nadie, me conocerían como el más prometedor ante el t...
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Narrador Omnisciente
Un peliverde se encontraba quitándose el vestuario de esa noche cuando noto como aquella cabellera roja entro en su vestidor, llevaba un vestido muy ceñido a sus curvas que la hacían ver totalmente deseable
-Buenos noches, Izuku — dijo con aquella voz que al pecoso le aterraba a pesar de ser tan tranquila -Buenas noches Rosalía — le respondió el menor mientras se colgaba la mochila amarilla que Katsuki le había regalado hace unos días atrás. -Adivina quien está aquí y muere por verte... — dijo la pelirroja con una sonrisa, el chico de rostro moteado la miro confuso a lo cual ella suspiro — El tío Ryan está en uno de los cuartos VIP y muere por ver a su niño consentido, así que vuelve a vestirte, ponte más bonito y te veo arriba en 15 min. ¿entendido? — Hablo en un tono animado acompañado de una sonrisa para después lanzarle un beso a Izuku y salir de la habitación. La cara de el menor ahora estaba pálida y su boca se había secado de repente, abrió la mochila rápidamente mientras se quitaba lo más rápido posible la ropa holgada que ya se había puesto, se vistió nuevamente con aquel conjunto negro de lencería que tenía temática de Playboy, se colocó la diadema con orejas de conejo y un poco de labial rojo.
Era como si el destino le hubiera advertido que aquel hombre se presentaría aquella noche, justo la noche que llevaba el conjunto favorito de "El tío Ryan", suspiro y salió del cuarto, camino tranquilamente con aquellos tacones que el detestaba pero combinaban; paso por un lado de la barra cuando vio a su rubio, parecía estar esperando algún pedido mientras miraba las hojas dónde lo tenía anotado, su ceño estaba fruncido mientras trataba de leer su propia letra.
En el escenario se encontraba bailando uno de sus compañeros al cual todos le decían "Baby" por ser el mas joven de todos los bailarines exoticos del equipo, esto a Izuku le deprimia ya que le hacía recordar cómo empezó el.
Siguió caminado para aprovechar que Katsuki no lo buscaba y subió rápidamente al segundo piso donde se encontraban los cuartos VIP, Rosalía lo estaba esperando fuera de uno, le hizo señas para que corriera a lo cual el pecoso comenzó a caminar lo más rápido que los tacones le dejaron.
-Te ves perfecto, recuerda ser lindo con el y siempre sonreír, ya sabes que te adora, ¿si? — le dijo con una sonrisa para después abrir la puerta y dejar que el olor a marihuana mezclado con alcohol inundara las fosas nasales de el peliverde, había una chica bailando en la mesa que se encontraba al centro del cuarto, había cinco hombres sentados mirándola sonrientes, algunos estiraban la mano para tocarla y otros simplemente se la tragaban con la mirada, el pecoso comenzó a caminar recibiendo así la mirada de todos, distinguió el rostro de dos personas.
Una a la que no quería ver y la otra de alguien a quien no tenía opción.
-Tranquilo muñequito, no te voy a morder... A menos que me lo pidas — escucho la voz que más asco le daba - Así que... ¿Muñequito? — escucho la voz que no había oído en meses — cuéntame... ¿Cómo te a ido, Bunny? ----- Un rubio malhumorado dejo caer la libreta de los pedidos mientras se sentaba en una de las sillas que rodeaban la barra y dejaba caer su cabeza en la mesa - Noche pesada, ¿No? — le pregunto el pelinegro mientras miraba que aún había gente - Es lunes, ¿Acaso nadie trabaja? — pregunto el cenizo mientras dejaba escapar un gruñido - La mayoría de esta gente a duras penas tiene trabajo, Katsuki, ¿En verdad crees que les importa que sea lunes? — dijo mientras ponía un vaso corto pero ancho frente a su empleado y le servía de una de las muchas botellas que adornaban a sus espaldas — tomate esto y relájate, la casa invita, pero no te acostumbres que tampoco soy tan buena gente — le dijo para después alejarse y atender a otro de los meseros que iba a hacer un pedido.
