Solo era un viaje antes de entregarme a la vida adulta, mis amigos dijeron que lo necesitaba, un viaje a un país desconocido que se encontraba al otro lado del mundo donde tal vez pocos o tal vez nadie, me conocerían como el más prometedor ante el t...
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Estaban de pie frente a frente, cada uno con su maleta, en los altavoces se anunciaba que pronto despegaría el vuelo del cenizo, quien tenía la boca seca, las manos temblorosas y heladas, en su cabeza rodaban mil y una palabras, no sabía cómo hacer que su boca las dejara salir, no sabía por dónde empezar aquella momentánea despedida.
- Nos volveremos a ver... - Comenzó aquel chico de risos verdes, sus ojos relataban el dolor que oprimía su pecho – Volverás por mi... - Dijo con una leve sonrisa que se adueñaba de sus finos labios
- Volveré por ti... -El rubio se acercó lentamente, esperando que el tiempo se detuviera para no tener que subir a aquel avión, aparto los rizos verdes que cubrían la frente del pecoso y depósito un beso en esta, fue un beso lleno de ternura y cariño con el objetivo de que fuera suficiente hasta su retorno.
- Tienes que irte... El avión te va a dejar — pidió el peliverde mientras tomaba la chaqueta en el pecho del mayor entre sus dedos y la apretaba fuertemente — Por favor... — dijo casi suplicando - Prométeme que esperarás por mi... — pidió el rubio sin separar sus labios de la frente del menor — Te cuidaras mucho e intentaras contactarme... — sintió como su vista se nublaba levemente al intentar contener las lágrimas - Lo prometo — dijo el pecoso mientras se acercaba más al cenizo para respirar aquel aroma ligero a madera y caramelo, era un aroma al que el ojiverde se había acostumbrado y no estaba listo para dejar de tenerlo por las mañanas.
El altavoz hizo el segundo llamado para los pasajeros de aquel vuelo a Japón y el primero para aquel que se dirigía a Las Vegas; el ojirubi se separó lentamente y miro los ojos esmeralda del chico que había sido dueño de sus insomnios por varios meses, tomo su maleta y comenzó a caminar dándole la espalda a Izuku, el pecoso lo observó alejarse mientras suspiraba y mordía levemente el interior de su labio, no quería llorar, no debía llorar...
Esto no era una despedida, esto era un "hasta pronto", el tiempo pasaría rápido y cuando menos lo esperara, Katsuki entraría por la puerta de su por ahora desconocido departamento y le diría que por fin vino a salvarlo... Tomo su maleta y camino hacia el lado contrario al que se había ido su compañero.
"Ya no estoy más a tu lado corazón, y en el alma solo tengo soledad, y si ya no puedo verte, porque dios mi hizo quererte, para hacerme sufrir más."
Un par de corazón unidos en San Francisco, hoy se separaban... 12 de Noviembre de ese año: Katsuki Bakugou tomo un vuelo a Japón para tomar su lugar como héroe oficialmente Izuku Midoriya partió en un vuelo con dirección a Las Vegas para seguir con aquella vida que lo condenaba.
"Siempre fuiste la razón de mi existir, adorarte para mí fue religión, en tus brazos encontraba, el amor que me brindabas, el calor de tu pasión."
