CAPÍTULO 12

8.4K 915 308
                                    

Esperaba en el jardín observando como el Sol se ponía al horizonte, ya estaba preparada mentalmente para poder volver a casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esperaba en el jardín observando como el Sol se ponía al horizonte, ya estaba preparada mentalmente para poder volver a casa. Había sido decisión propia, aunque seguía creyendo que le causaría problemas al de cabello rosado.

Rechiné los dientes decidida a emprender mi camino antes de que anocheciera, no me gustaría tener que enfrentarme alguna que otra maldición de alto rango. Me gustaría, al menos, llegar sin nada roto, a excepción de los leves hematomas que me generó Sukuna durante los entrenamientos.

Sin embargo, todo mi cuerpo se puso rígido al instante en cuanto una suave brisa hizo mover los mechones de mi cabello. Su presencia era inigualable invadiendo todo mi ser.

Me atreví a girarme para mirarle a los ojos, quien portaba una expresión completamente seria, más de lo habitual.

Estaba a contra luz, con lo que su rostro estaba ensombrecido junto con sus emociones.

-Sukuna... -me atreví a decir su nombre tranquilamente. Pensaba en contarle mi plan de ahora en adelante sin salir herida por mi decisión -Yo... He decirte una cosa...

-Vuelves a tu hogar -su interrupción me quitó las palabras de la boca dejándome anonadada. Parpadeé un par de veces procesando lo que estaba sucediendo -. He estado pensando arduamente y, como Rey de las maldiciones, te ordeno que te vayas a casa.

-Oh... -quedé totalmente absorta ante sus pensamientos, después de todo, tenía la misma idea que yo. Por alguna razón aquello me dañó, aún así tenía asegurado que no moriría en el intento -Pero, tú...

-Nada de "peros", obedéceme -mantenía sus brazos hacia bajo mientras que se encaminaba hacia la estancia -. No te quiero volver a ver por aquí, o si no, la próxima vez que me cruce contigo, te mataré de verdad. -frío, era la única palabra que lo describía en estos instantes. De nuevo nos estábamos alejando tanto sentimentalmente como físicamente.

Puse una mueca antes de salir por la puerta principal, no sin antes observarlo una última vez con tristeza.

Invoqué a Nue antes de lanzarme hacia el bosque corriendo, tenía que llegar antes de que la noche tomase lugar. Chocándome con varias ramas y piedras sin darme la más mínima importancia, el sentimiento de culpabilidad y de abandono se apoderó de mi de inmediato, aunque supuse que sería lo mejor para los dos.

Deseé internamente que ojalá no me lo hubiera encontrado nunca en ese lago, que ojalá no se hubiera cruzado en mi vida.

Ojalá no hubiera hecho un pacto con él para que yo fuera su recipiente.

Maldije todos aquellos pensamientos que reinaban en mi cabeza impidiendo que prosiguiese mi camino. Me detuve en seco volteando mi cabeza hacia atrás. ¿Realmente estaba haciendo bien?

Pero, ahora no me podía detener de cualquier manera, tenía que llegar a mi casa, volver con mi padre, seguir sus duros entrenamientos y, finalmente, acabar con la única amenaza para toda la humanidad.

𝑅𝐸𝐼𝑁𝐴 𝐷𝐸 𝑀𝐼 𝑇𝑅𝑂𝑁𝑂 /𝑅𝑦𝑜𝑚𝑒𝑛 𝑆𝑢𝑘𝑢𝑛𝑎 𝑥 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora