Capítulo 28

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Llegué hasta la puerta del baño en el que Eiden se ha encerrado y me apegué a ella sin hacer ruido para poder escuchar lo que ocurría dentro de la habitación, pero abrí los ojos de par en par y me sonrojé al momento de escuchar lo que pasaba adentro.

-Ahg, joder... Mhm... -resopló.

Me despegué de la puerta por el asombro, pero al negarme en creer que había escuchado bien volví a acercarme y escuchar.

-¡Nhg! Sarah... -jadeó de nuevo y gruñó de una forma que erizó mi cuerpo.

No sabía si era solo el asombro el que aún me mantenía pegada a aquella puerta, escuchando. Incluso tragar saliva se me hacia difícil. ¿Era esto a lo que se refería?
Tragué con esfuerzo y finalmente me despegué de nuevo de la puerta, esta vez corriendo a tropezones por las escaleras para llegar a mi habitación. Cerré con llave y me apoyé en la puerta con la respiración agitada. ¿Por qué le ha pasado eso? Solo acaricié sus orejas... pero... escucharlo así, no puedo dejar de pensar en eso, tampoco puedo evitar imaginarlo.

-¿Hm? -

Bajé la mirada hacia mis senos, notando que mis pezones se marcaban por debajo de la ropa, incluso con mi sostén puesto. Además... apretaba mis muslos y mi intimidad se sentía extraña, joder... molestaba. Yo me sentía extraña, una sensación que nunca había sentido antes ni un poco... o quizás sí... en la cascada.

Me alejé de la puerta y fui al baño para tomar una ducha, sentía como si estuviera empapada de sudor pero no había sudado. Y ni qué decir de mi intimidad...
Me adentré en la ducha, aún teniendo una sensación faltante que molestaba. Mordí mi labio inferior obligándome a dejar de pensar en Eiden y lo que escuché. Salí del baño y enrollada en una toalla me acerqué al espejo y vi mi rostro totalmente sonrojado.

***

***

-Bien, el día de hoy es movido, primero tienes grabación, luego dos entrevistas, junta con tus fans, sesión de fotos y en la noche un concierto -anuncia Cristal con energía.

-Entiendo, entonces debemos irnos ya -dice Eiden sonriendo igual de animado que ella.

-Sí, me gusta esa actitud. Sarah, ve preparando la ropa para Eiden -pide Cristal a lo que asentí sin más.

A diferencia de ellos, mis ánimos estaban en una montaña rusa sin sentido pues esta mañana me llegó la "grata" sorpresa... de una visita regular y de color rojo. Ahá, el famoso Andrés... y además de llegar en el peor de mos momentos, porque luego de lo de ayer me he sentido más tímida frente a Eiden, cosa que hace obvio el motivo por el que estoy así. Estoy segura que él se ha dado cuenta y sabe perfectamente que lo escuché... ¡Joder! No otra vez... de tan solo pensarlo, me vuelvo a sonrojar.

-¿Sarah? ¿Estás escuchando? -pregunta Cristal haciéndose sobresaltar- ¿Por qué estás tan roja? ¿Te encuentras bien?

-Sí, no te preocupes, seguro es por el calor. Pero estoy bien -sonreí ampliamente para disimular.

No quería decirle la verdad pero tampoco podía mentir con que estaba enferma, ya lo he estado tantas veces que no quisiera hartar a cristal y que se busque a una nueva asistente con mejores defensas... ¿y si esa asistente es mejor y termina enamorando a Eiden? No, él nunca me cambiaría así sin más... ¿o sí? ¡Agh! ¡¿Qué me pasa?! Malditas hormonas...

Ella me mira un momento pero asiente nada convencida. Suspiré y retomé una actitud más normal y menos fingida.

-Estoy bien, Cris, en serio.

-Está bien, te creeré esta vez. Hay que irnos.

Los tres nos subimos al auto y fuimos al estudio de grabación. Eiden saluda a todos al igual que Cristal y luego entra a la cabina y se coloca los audífonos. Yo me centré en lo que debía hacer como asistente, y traté de organizar mis ideas antes de hacer algo o pensar en otra cosa.

ENTRE GARRAS Y ALASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora