Me cambié el vendaje de mis heridas para luego cambiarme de ropa después de haberme dado un baño. Sequé mi cabello pero tuve que hacerlo sentada porque estar de pie, con esta herida en la pierna me hacia doler... aunque no tenía nada que hacer más que aguantar el dolor de la otra herida en mi brazo y en mi costado.
Resoplé y miré por la ventana, aún era de día, mis padres no estaban en casa y yo quería una venganza contra esos lobos... pero claro que hasta ahí no llegaba mi nivel de estupidez. Salí hasta el patio y me recosté contra el barandal de madera frente a la casa, mirando el cielo.
—¿Es en serio? —solté entre quejidos.
Al bajar la mirada vi a toda la manada de lobos frente a mí, lo cual fue una gran sorpresa pues era de día y estaban fuera del bosque... Habían vencido su miedo de salir. Pensé en correr hacia dentro se la casa y cerrar todo pero apenas di un paso, uno de los lobos salta hacia mí.
Maldición, no tenía espacio para esquivar. Me agaché consiguiendo que pasara de largo y quedara frente a la puerta, eso sería un problema ya que no podría entrar para encerrarme y a juzgar por su comportamiento, estaba segura de que él era el alfa.Sin darme tiempo a levantarme, el lobo me empuja fuera del pórtico de mi casa hasta dejarme tendida en el suelo, solté un quejido por el dolor en mis heridas pero el alfa se coloca sobre mí, mostrando sus dientes frontales mientras gruñe. Pero entonces algo lo derriba, me giré para ver lo que ocurría mientras la manada gruñe alerta. Otro lobo se había sumado, uno más grande que un lobo normal y marrón oscuro. Pelea ferozmente contra el alfa hasta tumbarlo en el suelo y pisar su cabeza mientras gruñe con advertencia.
Lo miré sorprendida pero dos lobos saltan sobre él para atacarlo y ayudar a su alfa. El marrón los derriba y se posiciona frente a mí como si... estuviera defendiéndome.
La manada nos rodea a ambos, siendo los dos los objetivos ahora para su cacería. El lobo marrón los mantiene a raya mientras gruñe con advertencia y cuando uno de ellos saltó hacia mí, él se encargó de derribarlo y morder su cuello. El alfa vuelve a acercarse, decidido a intimidar al lobo marrón.
Pero el marrón no lo iba a permitir y entre gruñidos se hicieron entender. El alfa termina con las orejas caídas y el rabo entre las patas, chillando del miedo y agachando la cabeza ante el lobo marrón quien se erguía intimidante. El alfa se va al bosque con su manada siguiéndolo. Nos mantuvimos quietos y en silencio, aunque ya todo había terminado, o eso creímos.
—¡¿Hm?! —miré a un lado cuando una risa algo extraña se hizo presente.
El lobo gruñe aún más fuerte que antes, se coloca mucho más cerca de mí y me empuja hacia mi casa. Vi entonces salir del bosque a un zorro, era enorme... para un zorro normal. En ese instante lo confirmé, quiero decir... ya suponía quien era el lobo marrón pero ahora mismo supe quienes eran ambos. Mi cuerpo se estremece por mi instinto de cuervo queriendo huir del peligro, me sentía mucho más inquieta y algo se removía en mi espalda.
El zorro posa su vista en mí y gruñe ligeramente, se acerca unos pasos pero el lobo... digo, Eiden... adopta una posición intimidante haciendo detener a Tanner. Finalmente decide ser inteligente y se va de regreso al bosque, solté un suspiro aliviada y vi a Eiden volteando a verme. Me dejé caer sobre los peldaños del pórtico, mis piernas temblaban y mis heridas dolían.
—Sarah —al mirar de nuevo al frente, Eiden estaba allí, arrodillado y mirarme con preocupación— ¿Estás bien?
—Sí, lo estoy, el dolor pasará en un momento —murmuré suspirando.
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ENTRE GARRAS Y ALAS
Fantasy|| 4/4 saga "Volemos siempre juntos" || || Uso de canciones, créditos a sus creadores || Ser la sombra de tu familia es algo que frustra tanto a la menor de los Rais. Conocen su apellido pero no su nombre, pues eso será algo que ella cambiará. Hará...