Capítulo 45

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La cena había sido bastante agradable, ambos estábamos en ese punto de la relación en la que todo es tan hermoso y lindo, pero... bueno, eso solo era para nosotros.
Ambos nos sobresaltamos cuando empezamos a escuchar gritos de fans y al ver hacia un lado vi a Raquel caminando en nuestra dirección mientras una multitud grababa y gritaba.

-Am... ¿Nos vamos rápido? -pregunté en un susurro hacia Eiden.

-Pero muy rápido -murmura de regreso y ambos nos damos vuelta para caminar a paso apresurado hacia el auto.

-¡Amor!

¿Ah?
En ese instante sentí como apartaban a Eiden de mi lado y en cuánto me di vuelta vi que Raquel lo estaba besando ¡En mi puta cara!

Eiden se veía tan sorprendido que parecía paralizado, pero no tarda en reaccionar y la agarra por los hombros, noté la mueca de dolor de Raquel por la presión de Eiden, sabía que estaba tan enojado que era quizás capaz de matarla ahora mismo... si no nos estuvieran grabando.

-¡Oh Dios! ¡En serio están juntos! ¡No puedo creerlo! -afirman todos.

-¡Raquel, tienes mucha suerte!

-Pero entonces, ¿qué hace tu novio con su asistente ellos dos solos?

Todas las miradas se pasan a mí, Eiden me vio con una mueca de querer pedirme disculpas y aclarar las cosas ahora mismo pero yo le sonreí levemente y negué con la cabeza. Me crucé de brazos y miré a Raquel, esperando a saber qué excusa pondría ahora.

-Oh, eso es porque son amigos y se llevan tan bien que... -no pude evitarlo y empecé a reír llamando la atención.

-Ay, lo siento... perdonen es que... No pude evitarlo -me quité una lágrima de risa-. Raquel... ¿tan bajo haz caído? ¿Tanto te gusta la fama que decidiste seguir con el juego de la novia siendo que te batearon cuando le pediste que fingiera?

Volví a reír mientras Raquel se vuelve roja de la ira. Estaba por responder pero yo continué.

-¿Además de robar canciones también robas novios? ¡Por Dios, mujer! -calmé mi risa y la miré con frialdad-. Eres tan patética.

Todos parecen sorprenderse por mis palabras, más Eiden pero a la vez aceptaba que dijera todo esto. Ya no me importaba si hablaban mal de mí por dirigirme a Raquel de esta forma... Me di cuenta de que haters habrán a montones en cualquier situación, y ese no era un problema que yo debía solucionar.

-¿De qué hablas? Eiden es mi novio -ella sonríe y estoy segura que por su cabeza hueca pasa la idea de que Eiden no diría nada porque estamos con publico y en vivo.

-Suficiente, Raquel -sentencia Eiden llamando la atención de las cámaras-. Te he dicho que no fingiría ser tu novio y no me haz hecho caso, ahora decidiste humillarte tú sola públicamente.

-¡Eiden...!

-Se acabó Raquel, de todas las artistas que he conocido tú eres la peor y la más egoísta, por no decir algo peor.

Di un paso hasta estar junto a Eiden pero acercándome a Raquel que estaba sorprendida porque su teatro no había funcionado.

-¿Y te has atrevido a besar a mi novio en frente de mí? -todo fue una verdadera conmoción para todos-. Debería cruzarte la cara por haberlo hecho, pero... creo que ya te has humillado bastante tú sola.

No iba a mentir, ganas de abofetearla aunque sea no faltaban, pero en realidad quería hacer más que eso. Quería hacer que sufra de verdad... pero eso no era lo correcto, solo eran mis propios deseos e impulsos que debía controlar, debía ser más inteligente.

-Y pensar que alguna vez te había admirado... ahora solo me das lástima -espeté.

Retrocedí hasta Eiden de nuevo quien apoya su brazo sobre mis hombros mientras mantiene una sonrisa.

-Ah y por si les quedan dudas... -miré a las camas antes de agarrar a Eiden por la remera y atraerlo hasta mí para besarlo.

Todos los flashes nos apuntan directamente y de inmediato nos sacan un millar de fotos. La mano de Eiden acaricia mi mejilla mientras que con la otra me atrae aún más a su cuerpo.

-¡Joder, al fin! -soltó realmente feliz al romper con el beso-. No sabes las ganas que tuve de hacer eso por fin.

Dejé escapar una leve risa antes de voltear a ver a Raquel que se iba corriendo avergonzada y molesta. Eiden me abraza de nuevo y se acerca que mi oreja.

-Lamento lo que pasó, no esperaba que realmente se atreviera a besarme.

-No te preocupes, lo sé, yo tampoco creí que fuera capaz. Pero ya está, y ahora tenemos algo pendiente -ambos vimos hacia los reporteros que estaban sobre nosotros con miles de preguntas.

-¡Eiden, entonces ¿Es verdad?! ¡¿Ustedes son la verdadera pareja?!

-Pues creo que el beso lo confirma todo, ¿no? -Eiden me sonríe con ternura-. Pero sí, ella es la verdadera y única.

Sonreí emocionada y encantada con Eiden, besó mi frente haciendo casi desmayar de la ternura a algunas mujeres. Pero todos se me vinieron encima.

-¿Cómo te llamas?

-¿Escribes alguna canción?

-¿Cómo lo conseguiste?

-¿Cómo se conocieron?

Yo suspiré nerviosa por todas las preguntas, pero tener a Eiden a mi lado era un gran alivio y apoyo para mí.

-Me llamo Sarah Rais, Eiden y yo nos conocemos desde pequeños y bueno... eso ayudó a nuestra relación -Eiden y yo nos miramos un segundo antes de que volviera a ver a las cámaras-. Y sí, soy una cantautora.

-¿Por qué no han querido decir quien eras?

-¿Por qué guardar el secreto?

-Sucede que mi sueño siempre ha sido componer música y ser reconocida por mis obras, no por mis contactos. Así que lo he hecho y me siento orgullosa de decir quien soy... -mi sonrisa se ensancha-. Muchos me conocerán por el pseudónimo de "SaRis", la cantautora anónima que... bueno, ya no es tan anónima ahora.

Reí levemente y algo nerviosa pero todo vuelve a estallar en flashes, preguntas y gritos de emoción. Eiden me jala hasta él para alejarme de todo eso al ver que ya era demasiado.

-Bueno, lo siento mucho a todos, pero debemos irnos, pues estábamos en una cita -me sonrojé al instante-. Pero ya es tarde y debemos volver a casa.

-¡¿Viven juntos?!

-Ups, se me escapó -soltó Eiden fingiendo inocencia. Enarqué una ceja y volví a reír.

-Eiden tiene razón, es hora de irnos -mencioné-. Fue un placer, nos vemos.

Eiden abre la puerta para mí y luego rodea el auto para subirse él. Nadie quería dejarnos ir pero tuvieron que hacerlo luego cuando el auto arrancó.
Eiden y yo nos mantuvimos todo el camino en silencio pero no en uno incómodo, solo estábamos sorprendidos por lo que pasó. Llegamos a casa rápidamente y Eiden estacionó frente a la entrada, siendo alumbrados solo por la luz de dentro del auto.

-Estoy tan feliz y orgulloso... -dijo de repente apoyando su mano en mi mejilla antes de atraerme a él y besarme.

-Creí que... era el momento. Además de que no podía quedarme de brazos cruzados luego de que esa ladrona te besara. Será mejor borrar mejor ese beso.

Él ríe mirando mis labios con deseo y noté que sus ojos se opacaron y un leve gruñido de satisfacción proviene de él.

-Estoy de acuerdo, cuervito...

ENTRE GARRAS Y ALASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora