Capitulo 5

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Sé que mi alma se está congelando.
El infierno es cálido por una buena razón,
así que, por favor llévame.

The Judge Twenty one Pilots

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Dema (1998)

-Bienvenido querido Robert, he estado esperando durante mucho tiempo- escuché a Nico, mientras entraba a su oficina.

Agaché mi mirada y sonreí, necesitaba entrar en confianza si quería mantener mi mente fría y cerrada; no debía permitir que irrumpiera en mí. Sin duda su voz sonaba menos amenazante fuera de mi mente.

-Toma asiento-dijo al ver que no estaba dispuesto a hablar, mientras señalaba la silla frente a su escritorio.

-¿A todos los recibes de manera tan cordial? -pregunté sarcástico.

-Claro-contestó seco.

-¿Qué es todo esto?

-¿Todo qué?

-Los edificios, las torres, ¿En dónde estamos?

-La Divina Ciudad de Dema.

-Divina, claro tiene mucho de ello-susurré mientras ponía mis ojos en blanco.

Él lo ignoro.

-Entonces, no sólo el pabellón es Dema.

-No, todo lo que observaste también es parte de aquí. Los jóvenes son recibidos de buena fe en la ciudad; podríamos darle el nombre de segunda oportunidad; como tú hay muchos jóvenes que han sido expulsados del pabellón, pero como sabemos ustedes no están a salvo allá fuera, así que en conjunto con la municipalidad decidimos crear está ciudad, para que puedan vivir felices.

-Segunda Oportunidad-susurré.

-Si Robert, lo que obraste fue muy grabé y los Asesores no tolerarían otro arranque de ira por parte tuya ¿recuerdas las advertencias?

-Si señor- mentí por alguna razón mi mente bloqueo eso de mis recuerdos.

-En ese caso tengo que darte instrucciones y por consiguiente restricciones.

-¿Cuáles?

-Te explicaré la dinámica, cómo observaste hay nueve edificios iguales, en el centro esos tubos que viste, son las salas de castigo y el Salón de reuniones, todos los Domingos nos reunimos todos los habitantes a una charla para recordarnos nuestras creencias, las cuáles no debemos olvidar. Cada joven que salga del pabellón es acogido por un obispo el cual está a cargo de un edificio, en tú caso yo fui quién te acogió. Lo que significa que es mi obligación velar por lo que haces; los horarios son muy estrictos, de lunes a viernes recibes clases en el Instituto, los sábados tienen permiso para explorar la ciudad, y cómo ya te comenté los domingos tienen servicio.

Estuve escuchando atentamente cada instrucción, al oír que tendría que asistir a un instituto hizo que entrará en pánico. Yo más muchos extraños igual desastre corrosivo.

-¿Existe un toque de queda? -pregunté.

-Claro, iniciar a las 11:00 Pm, sólo que el castigo será mucho más severo de los que conoces.

-¿Sólo eso?

-Por el momento sí-Contestó distraído mientras buscaba algo dentro de un cajón.

Lo deduje por el sonido, escuché sus pasos y sentí como dejo un paquete en mi regazo.

-Es tuyo, son tus uniformes, allí dentro están las instrucciones de cuales necesitas usar en las diferentes actividades.

-Gracias-contesté indiferente. -Me puedo retirar, se hace tarde y tengo mucho sueño.

DEMA ¿Nos Controla?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora