DEMA ¿Nos Controla?

Capitulo 8

No hay distracción para enmascarar lo que es real. 

 Twenty One Pilots

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Clancy, Michael, Julie.

(Dema Pabellón 1998)

Los días fueron difíciles, ver Julie quebrase de esa manera me hizo reflexionar aún más lo que hice y el daño que provoque.

Cada cosa que sale de nuestra boca es nuestra responsabilidad, si queremos recibir empatía de los demás, debemos portarla. Por más enojados o tristes que nos encontremos no nos da el derecho de tratar y decir cosas que pueden herir a otras personas. "Justificándonos" con el "tuve un mal día, para que se mete en mi camino" o el "ella tiene la culpa para que se entromete en lo que no le importa".

En este lugar no nos sirve compararnos con la típica frase "yo he sufrido peores cosas que él o ella para que se queja".

Aquí todos hemos sufrido de maneras distintas; eso no significa que el dolor de alguien sea menos que el de otros, o que sus sentimientos no tengan validez.

La empatía esta al borde de la extinción en estos terrenos.

Empezando por la que tuve con Julie, Michel y Tyler. Nótese mi sarcasmo por favor.

No pensé en el daño que provocaría con mis palabras, las cuales me arrepiento haber dejado salir de mi boca. El empujón que le di a mi Julie muero de vergüenza e impotencia al solo recordarlo; en pocas palabras decirle cobarde a Michel cuando nunca lo ha sido; él ha sido mucho más valiente de lo que llegaría a ser. Tyler, esa historia que no podía dejar de repetir en mi cabeza y al hacerlo no evitar sentirme pésimo. Dónde quiera que estés Tyler, estoy pagando muy caro lo que te hice solo espero que a ti te vaya mejor.

Han escuchado la frase "los que molestan e insultan lo único que sienten es inseguridad de sí mismos y sacan esos miedos dañando a otros".

Puedo confirmar que era uno de esos.

Entiendo que aún soy menor, puede que mucho de lo que escribo es algo incoherente, pero tiene mucho sentido al menos para mí, sé que si algún día lograrán encontrar estos viejos cuadernos más de uno le encontraría una pizca de sentido a lo que he escrito.

Madurar es algo que no espere recibir a tan temprana edad, en mis vagas ilusiones siempre quise ser un casi adolescente normal, el cual experimentaría diferentes cosas conforme a su edad, la arruinaría, lo arreglaría y la volvería a arruinar, pero al final aprendería.

Esos libros que leí durante horas ahora solo parecían sacados de la fantasía.

La felicidad de esos protagonistas, sus primeros amores, problemas escolares, aventuras en un lugar casi de ensueño; sí que los envidiaba no podía evitar fantasear en las noches el tomar el lugar de alguno de ellos y vivir en esa realidad tan hermosa.

Luego caía en cuenta de mi realidad y no podía evitar llorar, me susurraba a mí mismo que eso solo pasa en los libros.

No es momento de centrarse e Clancy.

Es momento de Julie, ella estaba muy mal, sabía que nuestra relación no estaba rota, pero supe que el tiempo que pasamos lejos creo una muralla muy alta pero no sabía que tan gruesa se había convertido.

Después de lo ocurrido en el último piso, Julie me dejaba estar junto a ella, aunque no me hablaba más de lo necesario.

Podía sentir el dolor que irradiaba de su cuerpo, y siendo sincero no podía evitar ignorar las miradas dolidas.