El tiempo pasaba. Po dedicaba la mayoría de su tiempo a sentarse en la arena de la playa, bajo el sauce, observando el horizonte. No quería hacer nada más. Para ella, aquellos días vacíos habían perdido el sentido. No le veía sentido a hacer nada. Cualquier cosa le recordaba a ellos, y no estaba de humor para jugar a nada.
Po ya no era la de siempre, y Randall lo notaba. Se sentía mal por ella, pero sabía que no debía forzar las cosas. No debía hacer nada, no podía hacer nada. La dejaba en paz, y solo iba a verla a la hora de comer; aunque Po no lo decía, ella apreciaba la actitud del chico.
Durante sus largas estancias en la playa, Po pensaba. Pensaba en su situación. Tal vez tenía suerte; tal vez podía haberle ido peor. Podría haberse quedado como un monstruo sin sentimientos toda la vida, o tal vez podría haberse quedado sola; tal vez estos pensamientos, pensar que aunque estuviera sola todavía podía ver el sol levantándose cada día y disfrutar del paisaje; tal vez eso era lo que la mantenía a raya de salir corriendo hacia un lugar desconocido, para no volver.
Y mientras observaba como las olas se movían y el aire mecía ligeramente las hojas, dentro de ella notaba como un pequeño rayo de luz entre la oscuridad; un pequeño destello de esperanza; una pequeña parte de ella, cada vez más grande, que le decía que todo iba a salir bien.
***
Masticó lentamente el trozo de pan. Después de tantos años, no acababa de acostumbrarse a comer algo que no fuera papilla. Tragando las últimas migajas, terminó el vaso de agua. Disfrutó de la sensación del agua fresca corriendo por el esófago. Vaciló, y miró a Randall:
-Gracias por traer la comida.
El chico la miró con cara de sorpresa; normalmente Po apenas hablaba, así que aquella muestra de agradecimiento repentina le sobresaltó, pero le alivió.
-No te preocupes. -Le ofreció una pequeña sonrisa. Escogió con cuidado sus palabras- ¿Estás... mejor?
-Creo que sí -contestó, seguido de un suspiro- Han pasado unos días. Creo que puedo lidiar con ello.
-Me alegro mucho, Po.
La chica se ruborizó un poco, y añadió:
-Eres un buen amigo.
Randall también se ruborizó, ante aquella muestra inesperada de afecto. Le alegraba verla algo más animada, pero le daba una sensación extraña que le considerara un amigo. Tal vez estaba emocionado de haber conocido a uno de ellos. Para él, conocer al grupo era como un deseo imposible, de esos de los que nos gusta fantasear, como volar; estaba emocionado de que ya no tuviera que ocultarse, que pudiera compartir experiencias con ellos. Tal vez, solo tal vez, si conseguían encontrar una cura, podría pasar una temporada allí arriba con ellos, con el sol dándole en la cara; ir a buscar conejos con Po, darse un baño en el mar...
Soñaba a menudo. Ya pasadas las doce, cuando se había asegurado de que todo estaba bien y había podido acostarse, solía pensar en estos deseos, imaginárselos, y después entraban en sus sueños; casi se sentía decepcionado cuando se despertaba y veía que no era real; pero siempre tenía el consuelo de poder verlos, aunque fuera en secreto.
-Gracias -contestó Randall, con una sonrisilla de emoción.
Tras una pausa, Po preguntó:
-¿Como está la situación... ahí fuera?
-Bueno, siguen habiendo ataques, pero parece que los tienen controlados. A veces aparece algún infectado con los Recién Nacidos, pero al menos de momento han conseguido contenerlos. -suspiró- Lo siento, todavía no hay noticias de tus amigos.
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Slendytubbies: Sangre y Lágrimas [ESPAÑOL]
AksiyonLa versión no contada de la historia. Después de los terribles sucesos que ocurrieron en lo que una vez fue una tierra feliz y llena de color... Sólo quedan rumores. Pero es hora de que se cuente, con detalle, la verdad sobre lo que ocurrió. Nadie s...