Volver a caer

1.2K 118 10
                                    

Simon

Ha sido un error, no debería haber venido. No sé en que momento he empezado a hacer más caso a los demás que a mi propia cabeza. No debería haber acompañado a Sara tan solo porque no quisiera enfrentarse sola a August. Desde que hemos vuelto no le ha dirigido la palabra y por más que ella diga que no le importa, yo sé que está dolida.

Hemos llegado a la fiesta cuando ya había empezado. Ya hay gente bebida, jugando y bailando. Nos quedamos rezagados en una esquina y hablo con Sara y los dos chicos de clase que nos acompañan. Veo a la chica rubia que estaba con Wilhelm, y en más de una ocasión nos descubrimos observándonos.

A medida que pasa la noche empiezo a olvidarme de él, pienso que ya no vendrá. He pedido una limonada, mi hermana habla con Felice y de pronto, como siempre que aparece en algún lugar, la gente detiene todo lo que hace para prestarle atención. La diferencia es que aparece en actitud cariñosa con el otro chico que también lo ampañaba esta mañana, y mas de está pendiente de mi reacción. Trato de mantener la calma, no quiero que me afecte, pero no puedo soportar la manera en que me mira y tengo la necesidad inmediat de salir allí.

Camino por el pasillo, doblo la esquina y me dentengo cuando creo estar solo. La música todavía se escucha, pero mi corazón va por encima de ella.

No esperaba verlo aquí y menos acompañado de sus nuevos amigos. Cada vez que me mira, mi pecho duele como si lo atravesaran cien cuchillos.

He pasado las dos últimas semanas haciéndome a la idea de que Wilhelm ya no formaría parte de mi vida a la vuelta y todo lo que había conseguido asimilar se ha borrado de un plumazo nada más verlo esta mañana. Le ha bastado un mirada para poner de nuevo mi mundo del revés.

Tengo que volver a por Sara, así que trato de regular mi respiración antes de girarme y deshacer mis últimos pasos. No espero encontrarme con alguien en aquel momento y el golpe que me llevo en la cabeza me provoca un intenso dolor.

-¡Ah! -aullo con un mano en la frente.

-¡Mierda! -grita la otra persona y abro los ojos de inmediato.

Wilhelm esta frente a mi con las manos en la cabeza.

-¿Estás bien? -pregunto acercándome.

Lo cojo de las manos para verle el rostro y el simple roce con sus dedos me produce una descarga por todo el cuerpo.

-Sí - Se relaja cuando me ve frente a él.

Mira hacia abajo donde nuestras manos permanecen unidas y me recorre el cuerpo hasta llegar a mis ojos, mi corazón se acelera a su paso.

-Creía que te marchabas.

-Voy a volver a por Sara y me voy.

-Siguen sin gustarte las fiestas -Su sonrisa me desarma y me descoloca a partes iguales. Porque de la misma manera que lo besaría hasta perder la conciencia, también le gritaría que esa sonrisa debería reservarla para otro, porque ya no es mía.

Espera una respuesta, pero yo no puedo mantener una conversación como esta con él.

-Tengo que irme Wilhelm.

Nos observamos unos segundos, y cuando voy a dirigirme de nuevo a la sala tuerce el gesto de dolor.

-¿Qué ocurre?

-Nada, parece que me he mordido la lengua -su voz amortiguada por la música suena como la de un niño pequeño.

No puedo evitar que mis labios se ensanchen y me castigo por ello al ver que Wilhelm repite mi gesto. Estoy perdido cuando sus ojos se achican y se iluminan de esa manera, como si hubiera abierto para navida el regalo que ha esperado todo el año.

Regreso a Hillerska [Jóvenes Altezas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora