El amor es un camino que te lleva a situaciones vergonzosas, a veces te ciega tan profundo que puedes confundir la amistad con el amor y a la vez destruirte a ti o a alguien más. Lee Suho fue uno de ellos, quien siempre llevaba una venda en los ojos...
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Los malentendidos: actos que una persona comete sin intención de hacer lo que otros piensan que es. Situaciones que provocan más de una pelea o decepción. Encontrarse con esto es lo peor que le puedes desear a una persona; ya que es como el darse cuenta que recibió falsas esperanzas para que al final el que termine roto no sean ellos si no tú y tu conciencia que se destruye con el pago del tiempo.
Son de lo peor, el enemigo del amor.
—🥀—
CON SEOJUN
—¿Qué desea señor? Tenemos frapuchino, capuchino, macchiato, té helado...
Un sabor a elegir era la idea, ¿algo dulce? O ¿amargo?
—«Recién está en su compostura, le compraré café para que despierte completamente» Dos de café, por favor.
Sonríe—De inmediato. Antes necesito su nombre.
—Seojun—dijo firme
¿Seojun?. Pensó. La muchacha ya había escuchado ese nombre, pero no se le venía nada al estar pendiente de su labor.
—Okey...—ordena el pedido y saca un recibo—Tomé escuche su nombre para recibir las bebidas y gracias—le extendió la boleta.
Hace una mueca de todo está bien—Si, gracias.
Guarda la boleta dentro de sus bolsillos y luego los saca nuevamente para frotar sus manos por el frío que estaba pasando, a pesar que la calefacción está encendida. Miró a sus alrededores, contempla a los demás tomando y conversando de lo que les ocurrió en sus últimos días; algunos eran solo amigos, cosa que un recuerdo pasó por la mente del mayor en sus días como estudiante; eran días de pura diversión como algunas llamadas de atención por sus profesor de su "mal comportamiento".
No era lo único visualizado, también habían parejas bien cómodas una de la otra; surgió una envidia de ello y tristeza a Seojun, ya que sabe que donde viven no es un lugar donde tomen correctamente el amor homosexual o mejor dicho no acepten como uno desea, en especial si eres un elemento visual para Corea. Han Seojun lo tenía difícil, pero a pesar de saber eso, no intervenía en su orientación sexual ni en sus sentimientos. Al contrario está seguro de sí mismo, solo que no es algo que le tengan permitido exponer si da el caso de responder a la prensa. Tampoco quiere contarle a toda Corea su orientación, sólo que se sentiría bien que unas de las personas que te reconocen y aman por tu talento más la personalidad; sepan más de ti, al confiarle algo tan precioso a alguien tan querido.
Sin embargo, no todos somos capaces de darle el visto bueno a la orientación de uno; es algo que la sociedad debería reforzar, la igualdad y aceptación.
—Joven Seojun, por favor acercarse para recibir su pedido—gritó un hombre para llamar la atención del cliente.
Aquel sujeto llamó nuevamente, mirando y alzando la vista por si alguien respondía a su llamado.
