Siempre fue ella (Harry potter y tú) [segundo año]

Capitulo 11: Howler

*Narra Harry*
Cuando comimos todos los emparedados que podíamos, nos levantamos y salimos del despacho, y tomamos el camino que llevaba a la torre de Gryffindor. El castillo estaba en calma, parecía que el banquete había concluido. Pasamos por delante de retratos parlantes y armaduras que chirriaban, y subimos por las escaleras de piedra hasta que llegamos finalmente al corredor donde, oculta detrás de una pintura al óleo que representaba a una mujer gorda vestida con un vestido de seda rosa, estaba la entrada secreta a la torre de Gryffindor

Cuadro: La contraseña —exigió ella, al vernos acercarnos.

Harry: Esto... —No conocían la contraseña del nuevo curso, porque aún no habíamos visto a ningún prefecto, pero casi al instante llegó la ayuda; detrás de nosotros oímos unos pasos veloces y al voltearnos vimos a Hermione que corría hacia nosotros; ___ venía detrás de ella caminando

Hermione: ¡Están aquí! ¿Dónde se habían metido? Corren los rumores más absurdos... Alguien decía que los habían expulsado por haber tenido un accidente con un coche volador.

Harry: Bueno, no nos han expulsado — garantice

Hermione: ¿Quieres decir que han venido hasta aquí volando? —preguntó en un tono de voz casi tan duro como el de la profesora McGonagall.

___: te lo dije—rodó los ojos y río—somormujo—dijo y la pintura se abrió, se escucharon aplausos—siempre... les pasa algo—finalizó y me volteó a ver junto a Ron; con una sonrisa divertida.

Ron: Ahórrate el sermón —dijo mirando a Hermione—___ no es tan regañona

Hermione: ésa no es la cuestión..

___: no los regañó, pero estoy algo enojada... así que cuídense las espaldas...—hizo señal de advertencia y nos estremecimos

Unos cuantos brazos aparecieron por el hueco de la puerta secreta para tirar de Ron y de mi hacia dentro, y las chicas entraron detrás de nosotros.

Lee: ¡Formidable! —gritó— ¡Soberbio! ¡Qué llegada! Han volado en un coche hasta el sauce boxeador. ¡La gente hablará de esta proeza durante años!

X: ¡Bravo! —dijo un estudiante de quinto curso con quien no había hablado nunca.

Alguien me daba palmadas en la espalda como si acabara de ganar una maratón. Fred y George se abrieron camino hasta la primera fila de la multitud

Fred y George: ¿Por qué no nos llamaron?—___ los miro con severidad y río.

Ron estaba azorado y sonreía sin saber qué decir. Me fije en alguien que no estaba en absoluto contento.

Al otro lado de la multitud de emocionados estudiantes de primero, vi a Percy que trataba de acercarse para reñirnos. Le di a Ron con el codo en las costillas y señalé a Percy con la cabeza. Inmediatamente, Ron entendió lo que le quería decir.

Ron: Tenemos que subir... estamos algo cansados —dijo, y los dos nos abrimos paso hacia la puerta que había al otro lado de la estancia, que daba a una escalera de caracol y a los dormitorios.

Harry: Buenas noches —dije a ___ y Hermione. Hermione tenía la misma cara de enojo que Percy.

__: Buenas noches..—dijo riendo y mi corazón latía muy rápido—nos vemos mañana.—se llevo a Hermione a los dormitorios; sabía que entendía lo que pasaba.

(...)
Conseguimos alcanzar el otro extremo de la sala común, recibiendo palmadas en la espalda, y al fin llegamos a la tranquila escalera. La subimos deprisa, derechos hasta el final, hasta la puerta de nuestro antiguo dormitorio, que ahora lucía un letrero que indicaba «Segundo curso». Entramos en la estancia que ya conocíamos;  tenía forma circular, con sus cinco camas adoseladas con terciopelo rojo y sus ventanas elevadas y estrechas.  Habíamos subido los baúles y los habíamos dejado a los pies de nuestras camas respectivas. Ron me sonrió con una expresión de culpabilidad.