Capitulo 25: Sin huesos

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*Narra Harry*
Cuando volví en sí, todavía estaba tendido en el campo de juego, con la lluvia cayéndome en la cara. Una persona estaba tomando mi mano, era cálida. Y otra persona se inclinaba sobre mi. Vi brillar unos dientes.

Harry: ¡Oh, no, usted no! —gemí.

Lockhart: No sabe lo que dice —explicó en voz alta a la expectante multitud de Gryffindor que se agolpaba alrededor— Que nadie se preocupe: voy a inmovilizarle el brazo.

Harry: ¡No! —dije— me gusta como está, gracias.—Intente sentarme pero el dolor era terrible.

__: Con cuidado... te vas a lastimar...—me dijo, vi que ella era quien sostenía mi mano y luego oí cerca un «¡clic!» que me resultó familiar.

Harry: No quiero que hagas fotos, Colin —dije alzando la voz.

Lockhart: Vuelve a tenderte, Harry —dijo tranquilizador— No es más que un sencillo hechizo que he empleado incontables veces.

Harry:¿Por qué no me envían a la enfermería? —masculle.

__: es lo que trato... pero no me deja—me susurro

Wood: Así debería hacerse, profesor —dijo lleno de barro y sin poder evitar sonreír aunque yo estuviera herido— Fabulosa jugada, Harry, realmente espectacular, la mejor que hayas hecho nunca, yo diría.—__ solo se limitó a mirarlo muy enojada, tanto que sus ojos estaban rojos.

Lockhart: Apártense —dijo arremangándose su túnica verde jade.

__: ni lo piense... si toca un solo pelo de Harry me las pagará...—frunció el ceño

Harry: No... ¡no! —dije débilmente, pero Lockhart estaba revoleando su varita, y un instante después me apuntó hacia el brazo.

Note una sensación extraña y desagradable que se extendía desde el hombro hasta las yemas de los dedos. Sentía como si el brazo se desinflara, pero no me atrevía a mirar qué sucedía. Había cerrado los ojos y voltee la cara hacia el lado donde __ me miraba atenta, nuestras mirada chocaron por un instante, ella tenía lo ojos rojos y así es como confirmarme mis más oscuros temores, la gente que había alrededor ahogó un grito y Colin Creevey empezó a sacar fotos como loco. El brazo ya no me dolía... pero tampoco me daba la sensación de que fuera un brazo.

Lockhart: ¡Ah! —dijo— Sí, bueno, algunas veces ocurre esto. Pero el caso es que los huesos ya no están rotos. Eso es lo que importa. Así que, Harry, ahora debes ir a la enfermería. Señor Weasley, señorita Granger, señorita...—no se atrevió a mirarla—¿pueden ayudarlo? La señora Pomfrey podrá..., esto..., arreglarlo un poco.

__ se quería abalanzar sobre lockhart, pero este dio un paso rápido hacia atrás antes de que llegara rápidamente George quien la sostuvo por la cintura.

__: suéltame George... por qué ahora si me las pagará...—estaba intentando soltarse y se calmó un poco.

Al ponerme en pie, me  sentí extrañamente asimétrico. Armándome de valor, miré hacia mi lado derecho. Lo que vi casi me hace volver a desmayarme. Por el extremo de la manga de la túnica asomaba lo que parecía un grueso guante de goma de color carne. Intente mover los dedos. Pero no me respondieron. Lockhart no me había recompuesto los huesos; me los había quitado.

A la señora Pomfrey aquello no le hizo gracia.

Pomfrey: ¡Tendrían que haber venido enseguida aquí! —dijo hecha una furia y levantando el triste y mustio despojo de lo que, media hora antes, había sido un brazo en perfecto estado— Puedo recomponer los huesos en un segundo..., pero hacerlos crecer de nuevo...

Siempre fue ella (Harry potter y tú) [segundo año]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora