Capítulo XXXIV: No va a funcionar

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Gabriel mira su vaso y luego mira a Edu. Hace esto varias veces. "¿Debería beber?" se pregunta a sí mismo. "No, yo no me estoy engañando, Patricia me ha mentido. Pero, ¿ella realmente me gustaba? Claro, casi nos acostamos juntos, bueno yo no estaba preparado para volver a hacerlo con una chica y di gracias a que nos interrumpieran. Pero en el fondo me gustaba, ¿no?" Gabriel comienza un debate mental mientras la gente espera a que alguien beba de su vaso.

- ¿Nadie va a beber?- pregunta Edu insistente.

Gabriel entonces bebe de su vaso. Ni siquiera sabe por qué lo ha hecho pero ya no hay vuelta atrás. Patricia le mira, ella está sentada junto a Hugo y sus manos están entrelazadas. No parece enfadada ni disgustada, sino que le mira con una expresión de "lo sabía".

La cabeza de Gabriel comienza a dar mil vueltas y negar en silencio todo lo que siente. "¿Por qué lo he hecho?" repite una y otra vez en su mente. El alcohol le arde en la garganta y comienza a marearse. Las voces las escucha ahora de fondo, con eco y distorsionadas. Saca sus pies del agua y se levanta. Pasa sus manos por su frente y su pelo mientras camina hacia el interior de la casa. Una vez dentro, sube las escaleras como puede hasta llegar a su habitación y cae contra el colchón de su cama, en la que Edu ha dormido con él y en la que se acostó con él.

Como si lo hubiese invocado, Edu entra por la puerta y encuentra a Gabriel tumbado sobre la cama con las manos todavía sobre su frente. El chico de cabello rizado se sienta en la cama junto a él.

- ¿Te encuentras bien Gabriel? ¿Necesitas agua o cualquier cosa?

El chico no contesta, tan solo separa sus manos de su frente y fija su mirada en Edu, que le mira desde arriba. Un dolor punzante recorre su frente y su entrecejo, como una sensación de constantes pinchazos pero poco a poco se hacen más leves.

- Gabriel contesta algo...- dice el chico de cabello rizado muy preocupado con sus manos sujetando la cabeza de Gabriel.

- ¿Por qué has preguntado eso?

- Gabriel, ¿de qué me hablas? ¿Qué he preguntado?- Edu está confuso mientras que Gabriel le mira con una expresión relajada a causa de su ebriedad.

- Yo no oculto mis sentimientos

- ¿Cuánto has bebido Gabriel?

El chico ni siquiera contesta, se limita a incorporar su cabeza y besar a Edu. Para su sorpresa, Edu no mueve sus labios y se separa de él.

- ¿A ti qué te pasa?- exclama el chico de ojos grises.

- No, ¿qué te pasa a ti? Estás borracho.- responde Edu.

- No es verdad.- dice Gabriel enfadado e incorporándose por completo.

- ¿Cuánto has bebido?- vuelve a preguntar Edu.

- Solo un par de cubatas y los chupitos de licor del "yo nunca".

- ¿Solo eso?

- Bueno, puede que más de un par de cubatas...- corrige Gabriel.

- Deberías descansar.- le aconseja el chico de cabello rizado.

- Pero no quiero, yo quiero bajar a la fiesta con todos.- se queja el chico de ojos grises.

- No puedes bajar así, estás muy borracho.- le recuerda Edu.

- ¡No eres mi padre!- contesta Gabriel furioso.

- No me hagas echar a todo el mundo y esperar aquí a que te duermas.- dice Edu irónicamente.

- ¿Vas a hacer eso por mi? Si yo no siento nada por ti, no me estoy engañando. Patricia dice que sí pero no es verdad.- A causa del alcohol la vista de Gabriel se nubla, pero a pesar de eso todavía ve a Edu frente a él. El chico no aguanta más con su propio peso así que se vuelve a dejar caer contra el colchón.

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