Capítulo VIII: No quiero tus rosas

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- ¡Adri mira hacia ahí! ¿Quiénes son esos dos chicos? - pregunta Dani mirando a dos chicos altos que pasean a un perro blanco por el camino que lleva al parque.

- No lo sé, pero parecen muy monos.- contesta Adriana.

Al salir del instituto, Daniel y Adriana, que vivían relativamente cerca, siempre iban juntos a darle una vuelta a Keila antes de comer. Keila es la border collie blanca y negra de Daniel y Hugo. 

- Quizás sean nuevos.- añade Daniel sonriendo pícaramente.

- ¿Y esa cara? ¿En qué estás pensando Daniel? - intuye la chica morena por la expresión de la cara de su amigo.

- Imagina que por algún casual se soltase Keila y fuese corriendo hacia el perro de esos chicos ...-

- Vale Dani ya sé por dónde vas ... ni se te ocurra hacerlo o te ...- intenta decir Adriana pero ya es demasiado tarde.

El perro del chico rubio salió corriendo lo más rápido que pudo cual liebre huyendo de un depredador, poco a poco disminuía su velocidad a medida que se acercaba a los dos chicos desconocidos. Adriana y Daniel perseguían a Keila hasta llegar dónde su perro jugaba con el de los chicos. Un chico alto, alrededor del metro ochenta, y con el pelo un poco largo con la raya en medio sujetaba la correa de Keila para que no volviese a escaparse. Tenía los ojos oscuros y unas cejas pobladas y definidas, sonreía un poco por lo que se le marcaban levemente unos hoyuelos en sus rosadas mejillas, a diferencia de su mandíbula marcada y definida lo que le hacía todavía más guapo. El otro chico era muy parecido, aproximadamente de la misma altura pero con el pelo más corto.

- Lo sentimos mucho ...- dice Adri con las mejillas completamente rojas-

- No pasa nada.- contesta el chico de pelo más largo devolviéndole la correa a Dani.

- ¿Sois nuevos verdad? - pregunta el chico rubio.

- Si, nos mudamos ayer ... vais al instituto de aqui supongo, ¿a qué hora comienzan las clases? - agrega el chico de pelo corto.

- A las 8.15- responde la chica de cabellos largos y oscuros como el azabache.

- Pero os esperamos a menos cuarto en el parque.- interrumpe Dani- Siempre quedamos todos por las mañanas para ir a clase, así os presentamos a más gente, por cierto me llamo Daniel- dice a un ritmo difícil de seguir.

- Yo soy Noah, y él es mi mellizo Louis- dice el chico con el pelo más corto mientras su hermano asiente con la cabeza y sonríe.

- Yo me llamo Adriana.- dice la chica que se había quedado por debajo ya que los tres chicos la superaban por mucho en altura.

- Bueno, nos vemos mañana, y la próxima vez sujetar mejor a vuestro perro- dice Louis giñando un ojo y sonriendo

[•••]

- No os lo vais a creer, ayer Dani y yo nos encomtramos a dos chicos super monos y lo mejor de todo es que van a venir ahora ...- dice Adriana muy ilusionada.

- ¿Y cómo eran? - preguntan Alice y Julie al unísono.

- Eran dos mellizos y estaban buenísimos. Eran altos y tenían unas mandíbulas ...- contesta Dani casi babeando.

- ¿En serio? - pregunta una voz grave pero dulce apoyando su manos sobre los hombros del chico rubio que parecía más bajo frente a él. -¿Y quiénes eran? - al ver que la persona que preguntaba era Louis, Daniel quedó completamente mudo, incapaz de pronunciar una sola palabra.

- Nada, hablábamos de una película.- respondió Adri para ayudar a su amigo mientras las chicas miran disimuladamente a los gemelos.

- Bueno, ¿a quién esperamos? - pregunta Noah interrumpiendo el incómodo silencio generado entre Louis, Daniel y Adriana.

- A Nick y Edu.- contesta Patricia -porque Mark me ha dicho que él ya ha quedado con Hugo, Michael, Alan y Ronald.

- Y a Gabriel.- todos se quedan extrañados mirando a Alice. -me dijo que se había cambiado a este instituto y se va a mudar permanentemente.- continúa la chica.

Cuando por fin llegan todos se dirigen al instituto, el cual está entre ambas mitades del pueblo para que tanto los del norte como los del sur podrían estudiar ahí. El instituto era un gran edificio con una fachada de ladrillo, por dentro las paredes estaban pintadas de las combinaciones de colores más horteras que existen. Los pasillos eran muy extensos y llenos de taquillas y puertas que dan a las clases. La gente sacaba sus libros de las taquillas y charlaba con sus amigos por los pasillos haciendo tapón en las puertas de las clases. Alice se dirigía hacia su taquilla, puso la combinación para abrirla y dentro encontró unas rosas, no sabía quién ni cómo las había metido pero ni siquiera ponía nada.

- ¿Por qué tengo unas rosas en la taquilla? - pregunta desconcertada.

- Puede que tengas un admirador secreto.-

- Ya claro.- contesta irónicamente -Bueno me voy a clase.- termina de decir tirando el ramo a la basura más cercana.

- Nosotros también nos tenemos que ir.- dice Noah yéndose con Gabriel y Louis. Alice iba a clase con Mark y Hugo, mientras que MIchael y Alan iban a otra diferente. El resto del grupo iban al mismo curso pero desgraciadamente este año los habían separado. Adriana, Daniel y Patricia iban a una clase y Julie, Nick y Edu a la otra.

[···]

- ¿Qué tal el primer día de clase? - pregunta Louis antes de darle un mordisco a su manzana, Daniel se queda mirando como su mandíbula se marca aún más al morder la fruta.

- Me lo esperaba peor- dice Adriana.

Llega Gabriel con una bandeja con la comida y se sienta al lado de Alice -¿Acaso no te han gustado las flores? -

- ¿Fuiste tú? ¿Es que no te ha quedado claro lo que te dije el otro día? - 

- ¿Qué les pasa? - le pregunta Noah a Adriana casi susurrando

- Es una larga historia ...-

Alice se levanta cansada de Gabriel y se va de la cafetería, el chico recoge su mochila y la sigue.

- Espera Alice.- dice corriendo por los pasillos detrás de ella.  - Espérame.-

- Déjame en paz.- sigue andando cada vez más rápido hasta que aparece una chica muy bajita y con cara de niña. Era una chica de la clase de Dani, Adri y Patri, su nombre era Iria y le encantaba cambiarse el color de su pelo, antes de las vacaciones lo tenía azul y ahora rojo muy intenso.

- No sé si eres sordo o te lo haces.- dice la chica pelirroja, parecía muy inocente pero tenía mucho carácter. - Si, estoy hablando contigo.-

- No sé ni quién eres, esto no va contigo.- contesta Gabriel algo incómodo.

- No sabes con quién estás hablando.- Iria da unos pasos para acercarse más a Gabriel y le pega un guantazo lo que hace que su mejilla coja un color rojo cada vez más intenso. - Y No vuelvas a acosarla así.- Gabriel, humillado, volvió a la cafetería con la mano en su mejilla intentando soportar el dolor.













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Para compensar todo lo que no he escrito os traigo un capítulo más largo de lo normal, muchas gracias por las casi 150 lecturas :)

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