Capítulo XX: Toxicidad impulsiva

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Sus finos labios rozan levemente los de Edu. El corazón del chico de pelo rizado palpita con rapidez y acelera su pulso a medida que Gabriel se pega más a él. Un escalofrío recorre el cuello de Edu erizando los pelos de su nuca cuando el chico mayor le agarra por la cintura y su mejilla es cubierta por su mano.

Los ojos de Patricia mostraban un sentimiento de furia y celos mientras aprieta con fuerza sus dientes. Los dos chicos siguen juntos pero sus labios se han separado.

- Es tarde, creo que voy a irme ya a casa ...- dice Patricia.

- Yo te acompaño.- contesta su novio girando la cabeza hacia ella, rompiendo así el contacto visual entre él y Edu.

• • •

- ¿No vas a hablarme en todo el camino? - pregunta Gabriel cuando ya están llegando a casa de la chica rubia.

- ¿Y tú no vas a besarme como besas a Edu? - contesta Patricia enfadada sin mirarle a la cara.

- ¿Por eso estás enfadada? ¿Porque he besado a Edu por el juego de la botella? Pensaba que confiábamos el uno en el otro. Se supone que es por eso por lo que hemos jugado al juego. Además tú has besado a Hugo.- explica el chico moreno adquiriendo un tono más serio y enfadado.

- Esto no es por haber besado a Edu, es por la forma en la que le has besado. A mi nunca me has besado ni mirado así ...- contesta la chica con los ojos cristalizados.

- Edu es solo mi amigo, no me gustan los chicos.-

- Pues parecía lo contrario cuando estabas delante suya.-

- ¿De verdad no confías en mi? - pregunta el chico.

- No después de lo que he visto ...- contesta Patricia decepcionada.

- Déjame demostrarte que no es verdad.- dice Gabriel acercándose más a ella. Ambos están parados delante de la puerta de la casa de la chica rubia. 

- No quiero que me beses ahora así solo para demostrar que me vas a besar mejor que a Edu, quiero que todos nuestros besos sean así. Porque parecía que sentías algo cuando le besaste y sin embargo con nuestros besos a penas siento algo ...- se sinceriza Patricia y antes de que Gabriel vaya a añadir algo más se despide. -No quiero hablar más sobre esto ... hasta mañana Gabriel.- dice cerrando la puerta al terminar de hablar.

• • •

- ¿Necesitas ayuda? - se ofrece Harry cuando todos se han ido de la fiesta.

- No gracias, no te preocupes. Sube a la habitación que ahora voy contigo ...- contesta la chica soltando su pelo.

- ¿No crees que deberíamos ducharnos para quitarnos el maquillaje? - Sugiere el chico con el pelo aún verde.

- Si, pero mejor por separado... no quiero que vuelvan mis padres y nos encuentren en la ducha.- responde Alice riendo.

- Está bien, entonces voy a ducharme en lo que terminas.- contesta Harry dirigiéndose hacia las escaleras.

Alice termina de recoger la casa y sube a la segunda planta, entra rápidamente a su habitación y coge su ropa interior y su pijama. Cuando se mete dentro de la ducha, las gotas de agua caliente resbalan por su desnudo cuerpo arrastrando los restos de tinte rojo y azul de su cabello. La sensación de frío cesa pero el sentimiento de culpa permanece en su cabeza. Quizás no debería haber besado a Gabriel en la fiesta abriendo así un agujero en su pasado, pero ahora ya no podía cambiarlo. Para intentar dejar de pensar en ello sale de la ducha y se viste deprisa, sin apenas secarse el pelo vuelve a la habitación con Harry.

- Mis padres no han llegado todavía...- dice la chica acariciando el pecho descubierto de Harry.

- ¿Entonces porque te has vestido?- pregunta bromeando.

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