Esa misma tarde
La ansiedad azotó el cuerpo de Astrid
, aun sentía la adrenalina remanente de su anterior alimentación, sus fuerzas creciendo mientras metabolizaba la sangre consumida, la fuerza creciendo y vibrando en su interior como un shock, sus músculos tensándose para la batalla, ya no estaba magullada como algunas horas atrás, ni molesta como la noche anterior cuando tuvo que huir, mantuvo la calma mientras will conducía a través del largo camino de entrada y estacionaba frente a la casa; eran unos quince de ellos, la ansiedad menguo un poco, al igual que en su encuentro anterior los intrusos se mantenían inmutables ,como esperando algo.
"ya entiendo a que te referías con escalofriantemente idénticos" pensó Will y sus dos hermanas le dedicaron un asentimiento.
"esto no es obra de Papandreus ciertamente" convino Lili a su vez.
-Es una mujer- susurro Will
"sí ya te lo había dicho" le reiteró Astrid.
-No, es una mujer, ahí- les indico Will apuntando hacia el grupo de hombres resguardados a la sombra del portal de entrada a la casa.
Parada al centro del grupo una pequeña figura femenina pasaba desapercibida, las curvas exuberantes de su cuerpo se dejaban ver a través del ligero peplo* de tela rosada que usaba, su rojizo cabello caía en tirabuzones perfectos hasta rozar su cintura estrecha, de tez blanca, casi etérea entre el grupo de varones que parecían protegerla, escudarla de los recién llegados; se abrió paso entre ellos en absoluto silencio, al salir a la luz el contraste de la luz al atardecer en su cabello arranco reflejos rubí, ella resaltaba bajo la luz del sol, la tela de su vestimenta se volvió casi trasparente en contraposición a la luz, rebelando así sus pecho y las convergencia de sus piernas casi por completo, les dedico una sonrisa cálida y brillante en la que resaltaban sus colmillos.
-Saludos, espero disculpen la pequeña invasión que hemos montado en su entrada, solo nos parecía más prudente que esperar en la carretera debido al incidente lamentable de ayer en la noche, mi nombre es Megan – la voz y entonación de Megan le daban al griego un aire cantarín
-¿Qué haces aquí Megan?- pregunto Will en tono plano sin emociones.
-He venido a invitarles, mi ama desea poder hablar con ustedes- respondió la chica.
-¿Quién es ella?- pregunto Will
- Mi ama es la sacerdotisa de esta isla, Hesper Papandreus- Respondió con autoridad
-Debo preguntar algo- se adelanto Astrid - ¿perteneces al pueblo bajo Megan?
-no estamos acostumbrados a esa denominación, si se refiere a que antes fui humana y ahora soy inmortal gracias a la sangre de mi ama, la respuesta es sí-
-¿Y si me refiero a que eres una esclava de sangre?- la reto Astrid sin demostrar vergüenza.
-La respuesta a eso es no- el corto Megan
"Dice la verdad" pensó Lili y Astrid sonrió.
-¿Por qué no viene ella a hablar con nosotros?- pregunto Will tomando de nuevo el control de la situación.
-Ella es antigua y aun conserva las costumbres de nuestra gente, mi ama no se muestra al sol aunque este no le haga daño, sigue viviendo de noche como es propio de alguien tan antiguo como ella, además debido a cierto miembro de la sociedad de Grecia ella no puede mostrarse en público, corre peligro- explico Megan.
-Este miembro de la sociedad, ¿es Papandreus?- preguntó Astrid.
-sí- fue la escueta respuesta de la chica.
"Papandreus olvido decirnos que esta sacerdotisa es de su familia" les comunico Will a sus hermanas
"Se me hace muy extraño que nuestro encargo viniera corriendo a nosotros" agrego Lili
"Suena algo sospechoso" – Esta bien Megan, iremos con ella- concluyó Astrid.
Les dieron una dirección algo rara, según las indicaciones que Megan les escribió en un trozo de papel debían manejar hasta casi llegar a Vyronas vía el monte Himeto, en medio del camino hasta el pueblo encontrarían una gran roca junto a la carretera y debían estacionar junto a esta, de ese punto en mas serian escoltados por los "guardias" (que era el cargo de niño bonito #1 y compañía) ellos les indicarían el camino; era esa la razón de que Astrid seguía al guardia que los guiaba a lo largo del bosquecillo al que habían entrado, en un momento dado el guía se detuvo indicándole pasar antes que él entre dos árboles de cedro gigantescos.
-No, no, hazlo tú primero- le insto ella –en serio no tengo ese problema de las damas primero ni nada, pasa tú- continuo Astrid intentando convencerlo el solo la miro con su gesto plano y sin vida -he pensado en llamarlos los Jackson5 pero no se si les gusta la buena música del gran Michael y compañía- lo tentó Astrid esperando obtener respuesta - esta bien pueden ser el Bunch Brady**-
Luego de 2minutos negándose a pasar la chica consiguió que el Guardia pasara antes que ella, y no se sorprendió al verlo desparecer por completo, seguido por Will y Lili de cerca
"que esto no sea una destello por favor" se dijo mentalmente y sin pensarlo tanto se dispuso a cruzar, al principio se sintió como ser bañado por un rocío helado de agua y luego pasar bajo una cortina , esto sí la había sorprendido segundos antes atravesaba un bosquecillo de arboles bajos y ahora frente a ellos se extendía una pradera larga y colorida, sin árboles en ella a excepción de los dos cedros y un grupo de manzanos ubicados al lado de una pequeña construcción hecha de piedra blanca, esta ultima ostentaba un estilo que podía reconocer como clásico, le recordaba los templos que habían visto en Palmira y la misma Atenas , este también debía ser un templo, estaba precedido de una plaza circular adornada con varias jardineras copadas de flores coloridas y algunos bancos también de piedra blanca ubicados en un circulo.
-Esto es bellísimo- exclamó Lili algo embelesada por la imagen –hace segundos estábamos en un bosque-.
-Te daré algunos segundos para que notes lo que está mal en esto- le susurró Astrid.
-Yo no veo nada... - Lili no término su frase, abrió la boca con gesto sorpresivo y sus ojos también estaban abiertos como platos, las piezas encajando en su mente.
-¿Qué es?- preguntó Will con preocupación.
-No hay horizonte- Exclamo Lili aun con aire sorprendido.
-Tenemos una ganadora- se burló su amiga –Supongo que podrías preguntarle más tarde a Megan que pasa con el horizonte por aquí-
-¿A que se refieren?- pregunto Will
-Intenta distinguir el horizonte, no podrás de un lado está la pradera y luego el cielo increíblemente azul diría yo- se apresuro Lili a comunicarle a su hermano –Hay algo en la línea donde debería estar, es como si se volviese turbio, una especie de ilusión algo escondido.
-Es usted una chica bastante detallista- Escucharon la voz provenir del templo, se giraron y en el portal del mismo estaba parada una mujer de cabellera casi blanca que salía a recibirlos, usaba también un peplo, pero el suyo era color vinotinto, casi morado.
-Bienvenidos al templo de las inmortales- les saludo la recién llegada –Mi nombre es Hesper Papandreus.
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Resistiendo pausada
Teen Fiction"Una mano para la guerra y otra para la raza"era el lema de la Alianza. "por cualquier medio, no importa el costo" era el lema del Consejo. Sobre todo desde que apareció la Resistencia proclamando: "ubi nos sumus et lex prohibere" (donde la ley nos...