Resistiendo pausada

Tiempo Perdido

Al salir del restaurant sus pensamientos y emociones la estaban atropellando, los sentía correr en todas direcciones, una mezcla entre el desconcierto y la ira empezaban a asfixiarla de manera rápida, el itinerario que tanto le había tomado establecer para la operación en Grecia se venia abajo, la parte de intimidar a Papandreus y su gente no salió como esperaba; él les había mentido cuando solicito de sus servicios, los trajo a Grecia para "recuperar " a un integrante de su sociedad, eso había dicho pero luego de la cena y lo que pudo percibir, todo lo que este tipo esperaba era un asesinato , ahora Astrid 

debía encontrar la manera de salir de esto, no mataría a nadie solo porque un estirado jefe de familia vampira se lo ordenaba, ni aunque lo pidiese por favor y mucho menos por la cantidad de dinero que le estaban pagando.

Pensó brevemente en la Resistencia, sus hermanos Will y Lili habían trabajado codo a codo con ella para levantar lo que venía siendo la operación rebelde más grande de los últimos... de todos los tiempos. Nadie jamás estuvo tan cerca de fastidiarle los planes al Consejo como ellos, dicha posición fue establecida gracias a muchos sacrificios de ellos, trabajos hechos para  otros y favores cobrados a lo largo de 50 años de arduo trabajo, los antiguos Jefes sentados en sus tronos del consejo temblaban ante la mención de la Resistencia y lo que podían hacer. Ella en especial era una de las más orgullosas de lo conseguido, el Consejo le había quitado mucho y ahora veía mas cerca la caída del Consejo y la Antiguas leyes que favorecían a los Vampiros de familia antigua por encima de aquellos que fueron condenados (mordidos) siendo humanos y que debían servir a sus amos de sangre pura.

Debido a esto no podía huir del encargo ni fallarlo, eso destruiría su base y credibilidad entre el Pueblo Bajo, como eran llamados los vampiros mordidos o impuros; Podía ver la operación desmoronarse en sus pensamientos, le dio un golpe al volante, subiendo todo  el volumen al radio gritó, las notas de Radioactive de Imagine Dragons rebotaban contra los vidrios del MiniCooper expandiéndose junto a sus gritos llenos de ira cuando pisó el acelerador todo lo que pudo, debía descargar toda su ira pronto, para poner claros sus pensamientos y tornar a su favor la situación como muchas otras veces.

Justo cuando pasaba frente a una pequeña casa lo notó, estaba tan molesta  y no estaba prestando atención pero cuando paso frente a la casita, y las luces de enfrente iluminaron un poco el camino noto las sombras, había sombras por todas partes, la estaban siguiendo, y estaba sola, ¨¿ahora qué?¨ pensó pero justo en ese momento algo se interpuso en el camino, algo duro, macizo, era como un árbol en medio del camino.

-Odio a los asquerosos  vampiros- exclamo al ver la silueta en medio de la carretera esperándola, sus palabras rebotaron en la cabina del auto justo antes de impactar y hacerse un amasijo de metal en llamas.

Sintió ser arrastrada fuera del ahora inservible auto, esperó haciéndose la desmayada unos segundo, apenas abriendo una rendija en su ojo pudo contar cinco pares de pies , espero un poco más para saber que harían , mas ellos solo estaban ahí cosa que estaba consumiendo su paciencia rápidamente , y ella tenía este pequeñísimo problema de ira, así que se dio por vencida , abrió los ojos haciéndose la tonta, hasta tosió un poco -¡Ay! pero, ¿ que pasó?- pregunto con fingida voz inocente, miro a su audiencia, cinco tipos pálidos, altos e idénticos.

-¿Alguien les ha dicho que son todos igualitos?- volvió a hablar y ellos sola la miraban – les diré que  pasara ahora, yo me iré  y ustedes le dirán a Papandreus que esto se resolverá, hasta pienso dejar pasar por alto el hecho de haber destruido el auto de mi jefe-

Astrid se sacudió la falda y aprovecho para comprobar sus armas, con una sonrisa fingida y una leve reverencia se dispuso a marcharse, solo dio un paso cuando se encontró con uno de ellos impidiéndole seguir y otro que la tenía tomada de un brazo.