El sabueso de la Resistencia

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3 dias despues 

Mariah acomodo la capucha de su túnica, reviso su imagen en el espejo y volvió a leer el mensaje de texto que ahora brillaba en su pantalla

Samantha "en la sala de reuniones dentro de 10 min, no quiero excusas de nadie son convocados los miembros de la tercera división, (por si no entendieron apuren su mierda y vengan a mi oficina, traigan a Jeff)"

Con una última mirada salió de su habitación dejando el pasillo impregnado con el olor  de su caro perfume, tomo el pasillo más largo para llegar a la oficina de Samantha, con la esperanza de encontrar a Spens en el camino, su compañero de trabajo había estado algo huraño (más de lo normal) en estos días por lo que no lo había visto, al pasar frente a la puerta de su esperado, ralentizo el paso, pero no podía percibir sonidos provenientes de la habitación, se detuvo y toco, no hubo respuesta por lo que no era de extrañar que saliera de aquel pasillo algo más insoportable de lo normal, bajo varios pisos hasta llegar al pasillo de las salas, aquel donde se reunían la sala de consejo, la de reuniones (donde Samantha había instalado su oficina cuando llego hace casi 500 años) la verdadera oficina de Samantha que aún estaba clausurada y la sala de juicios, los grandes espacios hacían que este fuese el área mas custodiada de todo el recinto, paso junto a los guardias que agacharon la cabeza cuando se acercaba y le dieron el leve asentimiento por saludo.

Dentro de la oficina ya podía escuchar las voces de sus otro compañeros en la tercera división, abrió la puerta sin anunciarse, los gemelos Dante y Damos estaban sentados frente a su jefa en la larga fila de sillas a un lado de la mesa, Damos como siempre revisaba papeles y carpetas del gran fajo de cosas que siempre llevaba a todos lados, era el que tenía mayor carga de trabajo, como encargado del tedioso proceso burocrático siempre estaba ocupado, su gemelo Dante jugaba lo que parecía ser Angry birds en su teléfono, un poco más altos que Mariah, de cabello casi blanco y ojos violetas, damos de cabello corto casi al rape y Dante con una trenza que llegaba casi a su cadera, dicha diferencia hasta los momentos era la única física que se pudiese notar, llevaban los mismos tatuajes rituales en sus brazos y usaban por lo general la misma ropa, excepto aquella vez en Halloween recordaba Mariah en la que Dante se vistió de Súper Mario, ellos eran de ascendencia italiana decían pero Scracht  insistía que venían de algún lugar entre Verona y el infierno aun no estaban claros.

-así que, ¿desde cuando tienes que poner las explicaciones de tus mensajes en el mismo mensaje?- pregunto Scracht entrando en la sala, el cabello azul hasta los hombros le lucia bien aunque debía admitir que para desgracia de Mariah cuando lo usaba de color negro era casi mortal para la salud de cualquier mujer cercana, nunca usaba el uniforme, hoy vestía una franela de los Rolling stones donde había tachado la segunda parte del nombre de la renombrada banda para escribir ETS, un simple jean y botas comando, sus ojos violeta se quedaron posados sobre Samantha más tiempo del necesario, ella sin prestarle atención revisando algún documento que Damos le mostraba.

-hermano eso es ser puesto en el banco de reserva de la Friendzone- se burló Dante - ven Mariah siéntate junto a papá, sabes que quieres- la reto dándole un guiño y su mortal sonrisa despreocupada pendenciera.

-Mate a mi padre cuando tenía 15 años Dante, no quieres que te compare con él créelo- lo reprendió ella marcando cada palabra con el acento ruso que no perdería jamás, pero aun así se sentó junto a él.

-y eso hermano... pues no tengo palabras, es un nivel distinto de la friendzone, es la FatherKilledZone - Scracht se lanzó en la silla junto a Dante y empezó a meter la manos en el juego de su compañero.

Samantha levanto la vista del documento en sus manos, el cual había estado corrigiendo con un lapicero rojo -¿alguien sabe dónde está Spens?- pregunto con un tono mortalmente serio para ella. Los cuatro se reacomodaron en sus asientos.

-no, pase por su cuarto buscándolo pero no estaba- respondió Mariah con desgano, Samantha volvió a su papeleo y un instante después dijo -si vuelves a llegar tarde tendremos problemas, mi tiempo es muy valioso y no soy la niñera de nadie-

Spens atravesó el umbral de la puerta, cubierto en su totalidad con la túnica negra del uniforme, la capucha tapaba su rostro, se recostó junto al marco sacándose la capucha y dejando al descubierto su vestimenta, un simple franela blanca y pantalones negros, botas comando negras como usaban todos los pertenecientes a esta división, - yo si soy niñera samantha, pediste traer a Jeff, pues lo traje- dicho esto Jeff entro a la sala, sin camisa su amplio pecho cubierto de tatuajes y arañazos, los brazos casi en su totalidad tatuados, el cabello castaño revuelto los rizos desorganizados, el pantalón de mezclilla sin abotonar y las botas sin amarrar, y un hermoso trozo de cinta adhesiva sobre la boca, un pómulo inflamado y asesinando a Spens con la mirada verde y azul que los dos tenían el honor de compartir.

-¿que apostaron?- pregunto Scracht con interés

-Jeff dijo que si yo era capaz de hacerlo sacarse la camisa vendría a la reunión sin chistar y sin hablar- Jeff fulmino a Spens con la mirada haciendo amagues de ir a golpearlo

-¿cómo lo hiciste?- volvió a preguntar Scracht

-le prendí fuego a su franela y él solito se la quitó- respondió el aludido encogiéndose de hombros un gruñido de Jeff invadiendo la sala

-Nada me gustaría mas que seguir escuchándolos hablar de esto pero, tengo un trabajo que deben cumplir- les llamo la atención su jefa - la división tres se disolverá momentáneamente, necesitare a Damos y a Mariah investigando algo para mí, los demás deben salir a Grecia ahora mismo, Spens los destellara y vendrá de regreso para oír sus próximas ordenes- todos asintieron.

-¿qué debemos investigar?- pregunto Mariah con cierto interés, acomodo su larga cabellera negra a un lado de sus hombros.

-Damos deberá revisar la ley de sangre, y tú, lo ayudaras- respondió Samantha - ahora pónganse los uniformes y vuelvan los más pronto posible- les ordeno samantha y Dante. Jeff y Scracht salieron casi trotando por la puerta.

-mis otras ordenes, puedes dármelas ahora- dijo Spens acercándose a la mesa, la larga túnica negra flotando tras él.

-no, no puedo, debes ir a Grecia y volver tus ordenes te serán dadas en privado- respondió samantha garabateando algo en un documento.

-está bien- respondió Spens retrocediendo en dirección a la puerta, se detuvo a medio camino - Samantha sabemos que no estas ocupada escribiendo ninguna ley ni nada por el estilo, dime que tanto haces en esa hoja-

Ella le dedico una amplia sonrisa de colmillos y brillo labial rosa, levanto la hoja y le mostro su obra

-dibujaba a scracht siendo quemado mientras varios lobos salvajes lo desmiembran- el parecido del dibujo con la figura de su amigo realmente lo hizo estremecerse, Samantha se levantó, su larga falda de organza blanca siendo arrastrada tras ella, tomo sus carpetas de sobre la mesa todas repletas de dibujos donde se retrataba la muerte de scracht cada una más grafica que la otra, el vestido color melocotón y blanco la hacía parecer una princesa de cabello rubio y ojos violeta, pero las botas de cazador te quitaban esa idea. La pequeña nariz de Samanta estaba perforada y usaba una pequeña joya coronada con una calavera, en su antebrazo un rectángulo negro de tinta revelaba un tatuaje que se tapó simplemente volviéndolo un cuadro negro sobre su piel.

-este dibujo me gusta más que el anterior- se burló precavidamente Spens.

-solo por tu buen gusto en arte te diré sobre que tratan tus otras ordenes, ¿te parece?- Samantha estaba parada junto a él a dos pasos de la puerta. Spens le dio un leve asentimiento, se acercó y al oído de su subordinado pronuncio la frase que todos en el recinto querían escuchar susurradas en el antiguo idioma de Samael, pero carentes de emoción en su totalidad

- me traerás al sabueso de la resistencia-

Resistiendo pausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora