Our Fairytale - [Minsung] [✓]

XVIII

El césped largo envolvía los cuerpos de Jisung y Minho, ambos acostados en el suelo, hundiéndose en ese color verde seco que dejaba el invierno en sus finales antes de dar lugar a la primavera penetrante llena de colores. La estación favorita del año del príncipe. Algunas flores florecerían justo debajo de donde ellos estaban acostados, mirando el cielo celeste que les brindaba el mundo, con un sentimiento cálido en su pecho y una sonrisa en el rostro.

Minho se dio la vuelta, apoyando su antebrazo en el suelo y mirando de costado al menor. Jisung imitó su acto, con el solo fin de tener a Minho más cerca de su rostro y dedicarle una sonrisa que quizás nadie más vería en su vida. Una llena de sentimientos profundos y sinceros.

Lee Know levantó su mano y acarició la mejilla del príncipe, mientras que Jisung se dejaba envolver en esa caricia y bajaba la mirada hasta el césped, jugando con él y dejando que el sonrojo en sus mejillas fuera lo único visible.

—Changbin va a matarme —dijo Jisung, sonriendo con la imagen mental y volviendo a levantar la mirada hasta Minho. Ambos se miraron unos segundos.

—¿Changbin es tu guardia? —El menor asintió en respuesta—. Dile que saliste a tomar aire. Quizás con suerte te crea.

—¿A tomar aire a kilómetros de la biblioteca?

—Te distrajo el paisaje —sugirió de nuevo el mayor, haciendo que Jisung sonriera y volviera a dejar caer su espalda al césped con un suspiro.

Minho le miró como si fuera una hermosa flor más de aquel prado.

—El problema es que no me distrajo el paisaje, lo hizo un hombre.

—¿Ah, sí? ¿Te distraigo? —Minho se acercó a Jisung por arriba colocando sus manos a los costados de su cuerpo.

—Más de lo permitido —afirmó.

—¿Y qué es lo permitido? —Minho rozó su nariz con la de Jisung en forma de juego—. Deja de pensar tanto. Se te va la vida entre preocupaciones.

—Me gustaría visitar tu mente algún día. ¿Cómo puede entrar tanta seguridad, libertad, despreocupación y sarcasmo en un mismo lugar?

—Te sorprendería saber que, aun así, todavía hay lugar para tu nombre.

—Oh, mira... también hay un rincón romántico. ¿Qué más tienes?

Jisung empujó a Minho a un costado y ahora él se puso encima, mirándolo entre su cabello rubio cayendo en sus ojos marrones. Minho lo miró desde abajo con una sonrisa divertida.

—¿Esperas que gaste todo mi encanto el primer día? Tengo que mantener la copa llena de atención, no exprimas mi lado cursi tan rápido.

Jisung se tomó unos segundos para observar al más alto. Se preguntó si algún día sentiría lo que siente en ese momento por alguna mujer que porte su anillo más caro y se siente en la esquina de la mesa a cenar.

Se preguntó si una persona puede enamorarse dos veces en la vida, pues temía estar gastando la primera y jamás volver a amar. ¿Estaba haciendo lo correcto?

Las palabras «se te va la vida entre preocupaciones» le silenciaron la mente. Jisung pensaría en aquello luego.

—Eres el primer y único hombre que ha llegado a gustarme —dijo Jisung luego del silencio. Minho lo miró con la cabeza ladeada.

—¿Ahora soy un hombre? —Minho soltó una risa suave que hizo que Jisung le mirara con atención—. Primero fui un color que no entra en la categoría de colores. Luego fui un joven vestido de cuervo, aún fiel a mí no-color; más tarde, me convertí en un girasol abandonado esperando la presencia de su otro girasol y ahora soy un hombre. Creo que tengo muchas personalidades.