¿Pequeñas pesadillas?

7.- Una cena incómoda

Era la salida, y por primera vez, la madre de Shest estaba ahí.

Con lentes de sol y un cigarro en la mano, miraba con desprecio a todos los niños que pasaban por ahí.

Belle la miró preocupada, no sabía quién era, pero no le daba buena espina.

Había algo...cruel en la manera en la que se movía. En la manera en la que fruncía los labios. Simplemente, había algo en ella que no estaba bien.

-¡Mamá! ¡Mamá!- el pequeño Énas daba saltitos y tiraba de la mano de Shest, mientras que en la otra mano sostenía una libreta.- ¡Mira mi dibujo!

-Es hermoso.-Le dió un beso en la frente al niño, mirando el alegre (más infantil) dibujo que parecía un hermoso caos de color.

Mientras tanto, Shest miraba a Belle embelesada, hace poco tiempo la había empezado a ver así, y Belle sospechaba que veía la madre que quería tener. Su corazón se encogió con ese triste pensamiento.

-Shest.

La sonrisa de Shest se congelo, con sus ojos llenos de miedo y temblando, volteó a ver a su madre. Parecía que se había quedado sin aire. Pálida y encogiéndose dirigió la mirada al suelo con terror.

Belle se adelantó. Ésta era su oportunidad.

-¡Oh! Señora, es un placer conocerla, me llamo-

-Se quién eres.- la cortó la mujer agresivamente.-La mujer que se ha metido en los asuntos de todo el mundo.

Belle forzó una sonrisa, si quería ayudar a Shest, no podía hacerla enojar, necesitaba sacar información de ésta mujer.

-Entonces ¿Puede decirme su nombre?

La otra mujer escupió en el suelo. Con una mirada de odio, y el rostro congelado en una eterna máscara vacía, contestó

-Kyria.- luego volteó a ver con desprecio a su hija.- ¿Por qué tardaste tanto?

-Énas me contaba que la maestra los detuvo por sus calificaciones, ambos fueron los únicos en sacar diez en el trabajo de hoy.- mintió Bella sonriéndole a los niños.

Énas entendió la indirecta y asintió.-¡Hace mucho que no me va tan bien! A la que siempre le va bien es a Shest.

"Tampoco exageres Énas no llames la atención hacia ella" sonrió Belle interiormente. Le había enseñado a Énas a como comportarse frente a "ciertos" adultos.

Se volteó a ver a la madre de Shest

-Creo que deberíamos celebrarlo, ¿Les gustaría a usted y a Shest ir a un restaurante a comer con nosotros?

-No.

"Mierda" cada vez era más difícil forzar una sonrisa. Lo único que Belle quería hacer, era darle un puñetazo.

-Vamos, es normal que una madre quiera conocer a la familia de la mejor amiga de su hijo...¿Por qué no quiere?

"¿Que esconde?" Quería decir, sonrió, si había algo que aprendió en su trabajo, es la manera de manipular a los adultos cuando se trata de sus hijos.