2.- Un encuentro

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Dando saltos, Énas se levantó esa mañana, listo para empezar un nuevo año escolar.

El olor que provenía de la cocina lo hizo sonreír. Su madre preparaba su desayuno favorito.

Vistiéndose se repitió una y otra vez la promesa que se habían hecho él y su mamá unos días antes.

-¡Si mis calificaciones son 9 y 10, al parque de atracciones iré!

Bajó saltando los escalones de dos en dos mientras su madre tarareaba una canción mientras ponía en la mesa un gran plato de panqueques y un batido de chocolate.

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En cambio, Shest despertó con los golpes en la puerta de su madre.

-¡Vamos mocosa! ¡No tengo todo el día!

La niña se vistió lentamente, haciendo muecas cuando la ropa rozaba partes heridas de su piel.

Su garganta se cerraba al pensar en estar rodada de gente en la escuela, pero se repetía a si misma, que al menos sería un lugar seguro.

Mientras más tiempo estuviera lejos de casa, mejor.

Salió de casa sin siquiera tomar un vaso de leche mientras su madre fumaba en el comedor

~~•~~

La tiza contra el pizarrón sonaba como el tic tac de un reloj.

-Buenos días, soy la profesora Ronda, y es un placer conocerlos a todos-Saludo una viejita amable, un poco arrugada pero con una sonrisa cálida.

"Para nada como la profesora de mi sueño" Rió Mono para si, mientras dibujaba caritas en su cuaderno.

-Quisiera que empezáramos con las presentaciones, digan su nombre y algo sobre ustedes ¿De acuerdo?

La clase asintió y la profesora se volteó al primer niño de la fila.- ¿Te gustaría empezar cariño?

El niño, que era el mejor amigo de Énas, se levantó de un salto

-Me llamo Fantône, con un gorro en la O, ¡Significa Fantasma en Francés! ¡Y me pusieron así por qué nací en la atracción de una casa embrujada!

-Eso es muy interesante, ¿Cómo fue eso?

-¡Mi mamá olvidó que estaba embarazada hasta que parió!

La maestra parpadeó sin saber que decir. Luego esbozar una sonrisa incómoda continuó-Bueno, ¿Quién sigue?

Y así empezó la clase, unos largos minutos después fue el turno de Énas.

-Me llamo Énas, y me gusta coleccionar cosas, cualquier cosa, piedras, llaves, sombreros, carritos.

-Muy bien, ¿Hay alguna cosa que prefieras sobre las otras?

-¡Las llaves! Sobre todo las antiguas

La maestra asintió y se volteó hacia la niña detrás de él-¿Y tú? ¿Cuál es tu nombre?

-Me llamo Shest, y tenía un hermano pero murió- la niña ni siquiera se levantó, solo masculló y volvió a callarse.

Todos la miraron sorprendidos por la frase, y Énas más sorprendido que todos, por qué la niña era igual a Six.

¿Pequeñas pesadillas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora