Capítulo 4

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— Al fin — por fin terminé el papeleo y si era demasiado que revisar, pero valía la pena agradezco que hoy no iba a la Universidad si no estaría como zombi en las clases de la facultad, aunque realmente no dormía nada por los trabajos que hacía lo...

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— Al fin — por fin terminé el papeleo y si era demasiado que revisar, pero valía la pena agradezco que hoy no iba a la Universidad si no estaría como zombi en las clases de la facultad, aunque realmente no dormía nada por los trabajos que hacía los casos que les presentaban los profesores.

Me levantó de mi asiento para caminar un poco en la oficina al estirar mis brazos, mi espalda truena que maldita satisfacción acabo de tener y a quien no le agrada cuando su cuerpo hace eso, siento que estoy liberando todo lo acumulado y claro que me dio un placer el estirarme.
Pero mis pensamientos se ven interrumpido por recordar a cierta persona que esta conmigo desde ayer, ahí podemos apreciar a al feroz titán acostado en el sofá cama de la oficina indefenso mientras está en lo más profundo de sus sueños, ahora que lo recuerdo hoy estaré de su acompañante tendré que ducharme en las regaderas del área de entrenamiento, también tengo que ver que ropa me pondré para acompañar a Todoroki-san, pero creo que la mejor opción es despertarlo para que se apure y se arregle.

— Todoroki-san — me siento en el pequeño espacio que da para sacudirlo lentamente, se mueve un poco, pero no logró despertarlo, pobre sé que no ha dormido bien y ahora que puede hacerlo yo aquí estoy interrumpiendo sus sueños.

Es la primera vez que lo veo de este modo, no tiene ese ceño fruncido característico de él. Ahí es cuando mi curiosidad empieza a despertar por ese hombre, sin miedo acerco mi mano hacia su rostro tocando lentamente su barba, me pregunto ¿Cómo se vería con la barba cerrada? Después paso mi mano a su mejilla es suave, miro el reloj de mi muñeca y apenas son las 5 de la mañana faltan 3 horas para la junta que tiene Todoroki-san no quiero interrumpir su sueño, así que decido tocar su cabello alborotado.

— Es muy suave — susurro para mí misma

Me pierdo totalmente en sus hebras rojas es raro, pero cuando era niña mi madre al llegar aquí me contó sobre un héroe tenía la cabellera roja como la sangre, un color demasiado hermoso y vivo, nunca supe quién era hasta que llegué a trabajar aquí y fue cuando lo vi a la distancia; pero ahí estaba con su imponente figura, con un porte elegante que cualquiera que se acercara terminara corriendo aunque en realidad para mí fue distinto, nunca le tuve miedo al contrario siempre tuve curiosidad de él con el tiempo una que otras ocasiones lo veía hasta trabajamos en equipo para un caso de secuestros fue ahí cuando él supo que estaba estudiando en la facultad de Investigador me empezó a incluir en la mayoría de los casos que se resolvían a la vez siempre lo acompañaba para patrullar puedo decir que conocí a fondo otro hombre.

— Todoroki-san — le habló una vez más mientras acarició su cabellera como si un niño fuera, al ver que funciona lo hago otra vez y empieza a abrir sus ojos lentamente y dirigir su mirada hacia mí — Buenos días — le doy una sonrisa a la vez apartar mi mano de su cabello.

— Buenos días — dice tranquilo con una voz demasiado ronca-conocida voz mañanera- provocándome erizarme la piel y se incorpora en el espacio en dónde estamos — ¿Qué hora es?

𝑨𝒓𝒅𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒂𝒎𝒐𝒓 (Actualizaciones Lentas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora