15. El Origen de Menet, la verdad sobre Osiris

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Mientras Anubis esperaba a todos en el gran salón del Duat recordaba las palabras dichas por Bastet "No confíes en Isis" pero ¿Por qué no? Isis siempre lo había ayudado, lo había tomado como su hijo cuidado bajo su ceno el no lo entendía pero aún así estaba nervioso, no paraba de apretar la empuñadura de la daga sentía que en cualquier momento lo iba a necesitarla, Hathor estaba atada de manos contra una silla, Horus sería el último en llegar y Bastet acababa de entrar elegante y silenciosa como siempre le dedicó una mirada acusadora a Osiris y se sentó lo más lejos que pudo, el resto de los dioses, Seth y Toph llegaron momentos después por último Isis acompañada de Horus que traía a rastras a Menet también encadenada. Apenas verla Anubis apretó la daga pero su atención se desvío al grito que había dado Bastet al ver a la humana con Isis, Menet también la había mirado, ambas parecían demasiado sorprendidas, demasiado extrañadas de verse realmente se parecían mucho. Así como el había atado a Hathor a una silla, Horus hizo lo mismo en el extremo opuesto, aunque tenía una pequeña seña de arrepentimiento Isis parecía imparcial.

Anubis se acercó hasta Horus lo miro fijamente haciéndole helar la sangre la oscuridad que desprendía era igual a la que le aterraba cuando era niño y Anubis un adolescente.

— si algo le ocurre a mi mujer — amenazó — Mataré a la tuya

— Anubis!

— No soy un dios justo Horus y tampoco uno benevolente — dijo con la voz helada.

Regreso a su asiento en medio de Hathor y Bastet. Horus en cambio estaba sentado con Isis y Menet.

— puedes empezar de una vez con tu circo — dijo Isis a Bastet

— tus celos siempre me hacen sonreír — respondió está

— no siempre— aseguro Isis — una vez te hicieron llorar, tanto que desapareciste por siglos

— nunca volveré a tener miedo de ti —
Todos en la sala hacian silencio, la cara de osiris estaba más verde de lo usual, Horus se encontraba tan confundido como Menet y Toph sabía que irremediablemente el tendria que detener o comenzar una nueva discusión.

— Cuando estudie a la humana descubrí que su sangre es tan espesa como la nuestra, que sus huesos son como los nuestros y que hace años que está viva

Todos permanecieron en silencio pero Menet lo sabia, sabía que tenía años viva porque solo así explicaría esos sueños tan vividos y como la cara de Bastet se parecía tanto a la de su madre pero ¿era ella uno de ellos?

— estoy harto de este juego estúpido — gruño Anubis — ¿de dónde viene realmente mi mujer? ¿Es una de nosotros?

— Yo te lo diré — Bastet se levantó y miro a Isis y a Osiris con odio — hace muchos años luego de la coronación de Osiris, y luego de su matrimonio con Isis el comenzó a pretender mi amor.
» El era el faraón nadie podía decirle que no al faraón, pero lo hice, aún así Osiris era perfecto era dulce y tierno me entrego el anillo que tú le regalaste en su coronación, me prometió que haría cualquier cosa, lo que fuera para protegerme para estar conmigo y que Isis no se interpusiera. Pero esos planes no duraron Isis se enteró que el me buscaba tratando de hacerme suya y que yo por miedo a ella lo rechazaba entonces ella me amenazó, ella era la consorte del faraón y podía matarme si lo quería, yo era una niña mucho más joven que Hathor cuando Anubis la robo. Pero aún así nadie intercedio por mi, yo no tenía quien me rescatará, una noche mientras vagaba sin rumbo por el desierto árido que gobernaba seth, Osiris me tomo por la fuerza yo tenía miedo de lo que pudiera hacer Isis conmigo pero a él no le importo, esa noche perdi todo el amor que sentía por el. Cuando seth nos encontró el ya había dejado su semilla dentro de mi y trataba de consolarme. Seth y Osiris pelearon hasta que Osiris permitió que marchara Seth cuido de mi yo estaba embarazada — las palabras de Bastet dolían a oídos de Menet si había entendido bien ella hija de un dios maligno de uno engreído y desconfiable.

— Quedé embarazada de Menet, cuando Seth lo supo prometió matarlo, se lo contó a Isis y ella solo me persiguió a mi no a él, tuve que irme lejos con mi hija ocultarla, arrebatarle la divinidad para que Isis no pudiera encontrarla obligarla a crecer en un Egipto en guerra sin padre ni madre entre mercaderes y puestos ambulantes en caravanas y mercados todo por un error.

Toph agachó la cabeza incapaz de oír más de la historia porque el la sabía y no había hecho nada, Osiris tenía una mirada dónde suplicaba perdón y seth  tenía el seño más fruncido que de costumbre.

— cuando yo fui hasta Isis ella dijo que podía hacer lo que quisiera con el faraón que ella se encargaría del bastardo, pero no estuve de acuerdo, ella me prometió Egipto serás el faraón pues no hay más heredero ella no había tenido a Horus así que yo asesine a mi hermano porque soy un dios cruel pero justo y el se había aprovechado de una niña en mis tierras no podía permitirlo, pero cuando termine el trabajo y esparci su cuerpo por el nilo, Isis estaba arrepentida y no había encontrado a Bastet, así que mintió, y todos le creyeron con ayuda de Anubis y más mentiras lo trajo a la vida y se embarazo de Horus

— pero nada volvió a ser lo mismo— aseguro Isis — era la semilla de Osiris la que debían maldecir pero nadie lo hizo.

— fue un error, si ella hubiese hecho lo que yo le dije ninguna de estas cosas habría pasado— se defendió Osiris y miro a Bastet — Yo te amaba

— era una niña

Las palabras de su marido quemaron en Isis, Anubis noto su intención, el temor que había cargado desde que amaneció acababa de materializarse apenas estaba en medio de la sala cuando Isis apuñalo a Menet en el corazón.

— siglos buscando al bastardo de mi marido y resultó ser una mujer, una humana simple que quizás nunca hubiese encontrado si sus raíces no la hubieran traído devuelta al Duat pero ya no volverá jamas—

La ira lleno el corazón de Anubis y la daga que tanto había sostenido fue lanzada a Hathor para cumplir la promesa de la mañana "si algo le ocurre a mi mujer mataré a la tuya" las palabras resonaron el la cabeza de Horus mientras veía como Menet iba perdiendo sangre lentamente creyó por un según casi bendito que llegaría a tiempo, pero la ira en la daga de Anubis atravesó su pecho y luego el de Hathor.

Anubis tomo la cabeza de la que el creía era su mujer. Isis corrió hasta su hijo herido de muerte y Bastet se acercó para despedir a la hija que tanto había amado. Anubis miraba la luz en sus ojos apagándose, una luz que el había devuelto y que ahora se extinguia llevándose con ella su alma.

El aullido del chacal lleno la habitación poniéndole a todos los pelos de punta cuando la luz en los ojos de Menet se apago. Le siguió el grito de Isis con su hijo muerto en sus brazos y Hathor a su lado sin vida Anubis fue cruel se los había quitado a ambos.

Se levanto y corrió hasta el pero este de giro y la detuvo de inmediato.

— Yo soy el dios del Duat tu atacaste primero tu hijo me quitó a Hathor y tú me quitaste a Menet yo no soy un dios benevolente y es hora de que lo comprendan. — la ira en la voz de Anubis  hizo que Isis se tambaleara que dudará, solo podía ver a Bastet llorar junto a su hija.

— ahora quiero que todos se larguen de aquí, si regreso y no se han marchado los arrastrare a todos a un lugar que jamás querrán conocer—

Anubis recorrió la gran fila para ver si el alma de Menet se encontraba ahí, peor no era así, busco el alma perdida por todo el Duat pero ninguno estaba ahí, ni Menet ni Horus ni Hathor.

Había perdido a su mujer para siempre aún cuando prometió que volvería por ella.

Las palabras de Ra resonaron en su cabeza "eres un dios poderoso el más poderoso puedes el que vino de ningún lado que nació de la oscuridad para dar vida y guiar la muerte, no preocupéis y no desespereis

Cómo no hacerlo acababa de morir la única mujer que había aceptado que lo quería, que lo amaba y traerla de regreso sin saber dónde estaba su alma era imposible. Lo había perdido todo y ahora era para siempre...

Dioses de Egipto: AnubisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora