19. Anubis y Horus

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Hathor miraba a su esposo a la distancia, estaba vivo y había despertado. Bastante confundido y aún sin hablar con nadie pero vivía y eso lleno de alegría su corazon. Se pregunto entonces como se sentiría Anubis, sabía que Menet estaba muerta, Osiris se lo había dicho y ella había contenido el impulso de correr a sus brazos y consolarlo, porque debía quedarse y esperar que Horus despertaba. Habían pasado siglos de aquella elección y todo era tan confuso, amaba a Horus pero a veces necesitaba la calma y la ternura que Anubis contradictoriamente podía brindar.
El cuerpo de isis habia Sido recogido y se preguntaba si ella volvería, si Horus se molestaría por lo que había ocurrido.

—Hathor?— hablo con voz ronca y la miro, ella levanto la cabeza para mirarlo también — Dónde está mi madre? Dónde está mi padre?

— Como te sientes— corrio ella hasta el y lo examinó, se veía bien, la herida soldada en su pecho su piel fría y dorada todo estaba justo como tenía que estar.

— estoy mejor ahora que te miro— la mano del dios agueco la mejilla de Hathor y la acaricio — Dónde está mi madre?

Hathor no supo cómo responder, coloco su mano justo en la soldadura en su pecho y lo miro a los ojos, tratando que el comprendiera lo que había ocurrido, aunque ella no tenía la más mínima intención de decírselo. De inmediato el frunció el entrecejo y se bajó de la mesa en dónde antes había estado muerto. Alejo la mano de Hathor de su pecho y coloco otra túnica sobre si .

— dónde está mi madre Hathor?— el recordaba lo que había ocurrido, Anubis lo había matado, su hermano adoptivo. Su tío e incluso mucho más porque realmente el árbol familiar era confuso, pero el palpitar en su pecho le pedía venganza de una forma extraña que no comprendía, porque isis era una diosa vengativa y siempre podía salirse con la suya. La mirada de Hathor le confirmo lo que el palpitar en su pecho le decía, que la única prueba de que su madre había pasado por este mundo era el y el corazon que palpitaba desbocado en su pecho.
Tomo el casco de oro con forma de la cabeza de águila y lo puso sobre si, y aunque su piel era una armadura se colocó ropas más resistentes que una túnica.

Hathor entro en pánico al mirarlo, sabía que debía detenerlo.

— Anubis te trajo a la vida— dijo como una importación, eso molesto mas a Horus— te trajo conmigo porque sabe que te necesito.

—No te atrevas a defenderle— gruño — siempre lo has preferido, siempre lo has beneficiado, la buena Hathor salvando al animal herido — grito. — esa que murió era mi madre.

— Esto no está bien, ella también le hizo daño, tenías que haberlo visto, está sufriendo tanto.

— entonces tendrá que partir con ella— Horus se transformó en un águila y emprendió vuelo lejos de Hathor. Ella entro en pánico mientras lo veía alejarse arranco el brazalete de su mano y vio como el suelo se abría bajo ella y el duat reclamaba a la que pudo haber Sido su reina.

***
Anubis beso la frente de su consorte ella estaba envuelta en todas las sedas de la cama cubriendo su cuerpo, nada lo hacía más feliz que verla ahí, nada llenaba más su cuerpo y su corazon de paz que saber que por fin se mantendría al lado de la mujer que amaba.

— cuando te reviví ví todo tu cuerpo, yo limpie la sangre de el y te vesti con la túnica que quería para nuestra boda— dijo mientras alejaba un mechón de pelo de su cara — No tienes por qué sentir vergüenza conmigo, yo me he quitado todos mis escudos por ti.

Y era cierto, Menet podía ver sus ojos negros y su piel pálida y brillante sentir su tacto frío, todo parecía tan maravilloso

— además eres mi esposa— beso tiernamente sus labios pero algo le aviso que su santuario estaba en peligro, se levantó de la cama y coloco su armadura negra y casco, incluso los guantes y Menet vio como toda la piel blanca y reluciente quedaba oculta.

Dioses de Egipto: AnubisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora